Cultivo y cuidados de frambuesos

La frambuesa es una fruta de delicioso sabor agridulce que se puede consumir cruda o con la cual se elaboran deliciosas mermeladas, jaleas y bebidas. Sin embargo es muy delicada y a las pocas horas de su| recolección va perdiendo sabor. Por ello, no hay nada mejor que tener en casa tus propios arbustos de frambuesa, para poder consumirlas frescas y en toda la plenitud de su sabor. Lo que no muchos saben es que su cultivo es relativamente simple, incluso menos demandante que el de frutillas.

El frambueso es un arbusto perenne de la familia de las rosáceas, que tranquilamente puede ser cultivado en el jardín de casa, donde llega a alcanzar hasta 2 o 3 metros de altura y una amplitud similar.

De nombre científico rubus idaeus, es originario de Grecia, de donde se extendió a Italia, a los Países Bajos, a Inglaterra y luego a América del Norte.

La floración se produce a mediados de la primavera y se desarrolla durante un mes. La flor es muy diminuta y cuenta con cinco pétalos, que pueden ser blanco-verdosos o rosáseos. El fruto nace luego que la flor ha sido fecundada, teniendo a su vez una maduración que se extiende por cuatro semanas. Los frambuesos rojos a veces son reflorecientes y pueden dar dos cosechas al año, una en verano y otra en otoño.

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Aunque es bastante resistente a las temperaturas extremas, las condiciones climáticas óptimas para su cultivo son las de inviernos con bajas temperaturas constantes, pero no excesivas, y veranos relativamente frescos, con una cierta oscilación térmica entre el día y la noche.

Su multiplicación es por plántulas de vivero o por vástagos. Para plantarlas deberemos dejar aproximadamente unos 60 cm. entre cada planta. Para garantizar el crecimiento ordenado de la zarza, se aconseja poner tutores y testigos. Conviene plantar en una zona con media sombra, y protegida del viento. El terreno debe ser enriquecido antes del cultivo con abono orgánico, y en lo posible tratarse de tierra con buen drenaje.

Otro cuidado necesario es la poda, que deberemos iniciar cuando crezcan las plantas, justo antes de que florezcan. Desarrollada la planta en forma de matorral, después de suprimir desde la misma base los vástagos que ya han dado fruto, se escogen 6-8 de los más vigorosos, eliminando el resto y despuntando la mitad muy largo y la otra mitad muy corto, para dar lugar a una fructificación escalonada, por medio de la cual podrá equilibrase la vegetación con la producción de fruto, lográndose una cosecha desde diciembre hasta finales de febrero. Se debe podar a partir de Mayo.

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Para las variedades bíferas o de dos estaciones se podará corto entre los 60-70 cm, por medio de lo cual se obtendrá una fructificación en otoño en los ramos del mismo año y otra en verano del año siguiente. Es importante realizar la recolección de los frutos con mucho cuidado, ya que son muy delicados. La poda debe realizarse a mitad del invierno.

El riego debe efectuarse una vez cada quince días durante las etapas del año dominadas por las bajas temperaturas. Cuando llega el calor es necesario regar una vez por semana.

Cristian
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