La Stevia, más precisamente la Stevia rebaudiana, es una planta arbustiva perenne originaria de Paraguay, Brasil y Noreste de Argentina, que reúne propiedades beneficiosas para el organismo humano han llevado a que su cultivo se extienda a otros países americanos (EE.UU., Canadá, México, Bolivia, Perú, etc.), además del continente asiático.
Dados los principios activos presentes en sus hojas, éstas tienen propiedades endulzantes superiores al azúcar común, al mismo tiempo que disponen de un contenido calórico mínimo, lo que las convierte en un buen sustituto natural de los productos derivados de la caña de azúcar o de la remolacha, o de los edulcorantes artificales.
El cultivo de la Stevia rebaudiana puede hacerse en macetas en casa, y sólo hay que seguir una serie de cuidados para garantizar que la planta crezca sana y frondosa por un período aproximado de seis años, que es el ciclo de vida normal de esta especie.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que, debido a que las semillas producida por los ejemplares en viveros tienen poco poder de germinación, el mejor método de reproducción de la Stevia es por esquejes en primavera, consistente en los últimos 10 centímetros de un brote, de los que se retira la mayoría de las hojas del tallo, dejando sólo dos en la parte superior, a fin de evitar su deshidratación.
En este punto es necesario asegurarse de que la planta madre no tiene botones de flor ni flores, ya que los esquejes que extraigan de ella no enraizarán si está floreciendo.
Una vez que se han retirado los tallos y se les ha retirado la mayoría de las hojas, se los deja en un recipiente con agua mientras se preparan los contenedores donde se hará la plantación inicial. Estos deben contener un sustrato de turba y arena completamente mojadas y con un nivel de ph que no supere los 6.5.
Con la ayuda de un cuchillo se hace un hoyo de 6 centímetros en la turba y se coloca el esqueje, asegurándose de que no quede ninguna bolsa de aire a su alrededor. A continuación, se coloca la maceta en un lugar sombreado y protegido del viento, y mantener una frecuencia de riego de una vez por día.
Al mes de su plantación, el esqueje de Stevia comenzará a enderezarse, y cuando empiece a salir una hoja nueva la planta podrá trasladarse a una zona más expuesta a la luz solar, para ayudar a su crecimiento. En esta etapa, el riego deberá ser menos frecuente, aplicándose solo cuando la tierra comience a perder la humedad; asimismo, durante la temporada invernal, el riego debe reducirse al mínimo, con el fin de evitar que las raíces se pudran.
Stevia: trasplante definitivo, abono y poda
Finalmente, a los 45 o 60 días de haberse plantado el esqueje, la plántula de Stevia estará en condiciones de ser trasplantada a su sitio definitivo, y para que siga desarrollándose fuerte y con un buen follaje, se recomienda alimentarla con abono orgánico (mantillo de oveja, por ejemplo), que se aplicará una sola vez al año a comienzos de primavera.
En otoño, una vez que la Stevia haya florecido, se la debe someter a una poda intensa de forma que se quede con una altura aproximada de 10 centímetros. Las hojas recolectadas se someten a secado al aire libre, para su uso culinario o medicinal.