Cultivo, cuidados y mantenimiento de la caña de bambú

Los seres humanos han utilizado y aún utilizan hoy las cañas de bambú con variados y numerosos propósitos, y hoy especialmente se han puesto de moda como plantas decorativas de interior o exterior. Existen más 1.500 variedades, por lo que el primer paso será descubrir cuál es la variedad que más se adecúa a tus necesidades y al clima y tipo de suelo donde vives.

En las tiendas se vende una variedad conocida como “bambú de la suerte”, pero debemos advertirte que ése no es un bambú, sino un tipo de lirio de la familia de la Dracaena. La variedad Bambusa vulgaris es la más extendida en el mundo para plantar en interiores y exteriores, debido a su adaptabilidad a diferentes climas y poca exigencia de mantenimiento. Pero necesita mucha luz natural, por lo que si se planta en interiores deben estar cerca de ventanales amplios. En áreas continentales resiste temperaturas de -18 ºC y en las oceánicas resiste hasta -23 ºC. Puedes consultar en un vivero de tu ciudad si ésta es la mejor opción o sino cuál es la variedad que mejor se da en tu zona.

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Lo primero a tener en cuenta es que no es muy sencillo conseguir semillas de estas plantas. Ello se debe a que son gramíneas con largos  períodos floración (muchos años) y como la flor es indispensable para obtener semillas, mejor es una solución alternativa. Además, una vez plantadas las semillas pueden tardar hasta 7 años en brotar, así que lo mejor es conseguir retoños para plantar.

El bambú necesita un suelo húmedo, pero relativamente bien drenado. Prefieren especialmente los terrenos neutros de tendencia ácida, aunque resistirá en otros terrenos más calcáreos. El suelo debe, no obstante, tener un cierto novel de fertilidad. Si no es así, deberemos aportar regularmente estiércol. En los inicios, todos los bambúes aprecian los emplazamientos sombreados, pero conforme crecen prefieren mejor el sol. Es por ello que los bambúes tienden a crecer rápido: para ir hacia la luz.

Durante el trasplante, agregue en una muceta de 25 cm de diámetro de abono granulado para plantas verdes. Vaporice el follaje dos veces por semana.

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En verano debemos regar abundantemente. Los jóvenes brotes de bambú acabaron su crecimiento, pero la planta necesita agua para asegurar la vegetación de los rizomas y la acumulación de las reservas que asegurarán la salida de los retoños del año siguiente. Una estercoladura de mantenimiento es recomendable por lo menos una vez al año. O incluso dos veces, una en septiembre y otra en febrero.

En invierno limpia las especies que sobrepasen los 3 m. Tres tipos de tallos deberán son cortados, ya sea con hacha o con la sierra para metales: las que hayan decaído durante el trascurso del año, se hayan resecado desde lo alto hasta la base o estén desprovistas de hojas, las mal formadas, poco estéticas o demasiado raquíticas, y las que puedan ser explotadas, de 3 o 4 años de edad, suficientemente duras.

A finales de invierno podemos segar los bambúes enanos al nivel del suelo. Éstos volverán a salir aún más bellos y proporcionados.

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Cristian
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