Se conoce como esponjas vegetales a las plantas del género Luffa originarias de zonas tropicales y subtropicales, que se cultivan principalmente para aprovechar sus frutos como material exfoliante de la piel, aunque al menos dos especies son producidas con fines alimenticios en distintas partes de África y Asia.
Se trata de una planta trepadora que puede llegar a alcanzar una altura de más de 15 metros de largo/altura, por lo que es importante que disponga de elementos a los que enredarse, como árboles o postes de madera. Sus hojas son grandes y de forma rectangular, y posee flores masculinas y femeninas que han de polinizarse.
Los frutos de la esponja vegetal, que por lo general maduran y están listos para su cosecha en otoño, son alargados, llegando a medir alrededor de 25 centímetros. El interior de la vaina está formado por una densa red de fibras vegetales que forman un cilindro hueco.
Cada planta, en condiciones adecuadas de desarrollo, puede dar entre 10 o 20 frutos, que al principio se muestran de color verde con líneas más oscura a lo largo, y que luego cambian a amarillo anaranjado, señal de que ya están listos para su recolección.
Si se desea cultivar en casa, debe tenerse en cuenta que las esponjas crecen mucho mejor en aquellas zonas en las que predominan las temperaturas altas propias de regiones tropicales o subtropicales.
También pueden adaptarse en áreas de clima templado, pero en ese caso la fibra de su fruto perderá algo de elasticidad y resistencia.
La esponja vegetal necesita un suelo con un alto nivel de nitrógeno y fósforo, y dotado con un buen drenaje. Se debe tener cuidado con la presencia de sal en el sustrato, ya que se trata de una sustancia poco tolerada por estas plantas.
La técnica de reproducción de las luffas es a través de semillas que se siembran en primavera. Para obtenerlas, se pueden extraer del interior de cada fruto de la planta (contiene alrededor de 500 semillas) cortando la punta y golpeando con un mazo de madera. El fruto debe dejarse secar en la planta antes de proceder a sacar los granos, que usualmente miden 5 milímetros de ancho por 7 milímetros de largo.
La siembra de la esponja vegetal puede ser directa o en almácigos. En el primer caso, se recomienda hacer pequeños huecos en la tierra, en cada uno de los cuales se depositan tres semillas. Se debe dejar un espacio de separación de 70 centímetros entre cada pozo.
Cuando la siembra se hace en almácigos, los ejemplares más saludables deberán ser trasplantados en el suelo cuando comiencen a desarrollarse los primeros zarcillos.
La esponja vegetal necesita ser regada al menos dos veces a la semana durante el verano.
Por lo general, las flores aparecen a los 30 días de la germinación y deben ser eliminadas, al igual que las ramas secundarias, hasta que la rama principal llegue al parral o la espaldera. Si se detectan frutos dañados, también deben ser desechados.
Cosecha de la esponja vegetal
Como se indicó previamente, la cosecha de los frutos de esponja vegetal se realiza cuando los mismos comienzan a tomar un color amarillento con anaranjado en las puntas, cortando el pedúnculo que los une a la planta con tijera de podar.
Las esponjas retiradas de la vaina y limpias se dejan secar en un lugar ventilado, a la sombra y por unos siete días. Se debe evitar colocarlas al sol, ya que la fibra se volvería quebradiza al secarse en exceso.