Gracias a su belleza y la sencillez de su cultivo,distintas especies del género Echeveria son muy demandadas para su uso como plantas ornamentales en jardines y macetas. Este grupo típico de América Central y del norte de América del Sur se pueden multiplicar por retoños, esqueje foliar o semilla, aunque este último es el método menos utilizado.
El primer factor que debe considerarse a la hora de cultivar estas plantas es la temperatura ambiente del lugar donde crecerán. En este sentido, los valores óptimos durante la temporada veraniega pueden ir de los 15 a los 21 grados centigrados, mienrtas que en invierno la temperatura no debe ser inferior a los 7 grados. Existen algunas especies que tienen tolerancia a las heladas, pero es recomendable guardarlas en el interior, asegurándoles un lugar más caliente, sobre todo si se trata de ejemplares híbridos comerciales.
El suelo más adecuado para el cultivo de las echeverias es aquel que integra arena en una proporción de 1 por 3, lo que hace que el sustrato sea más poroso, facilitando el escurrimiento del agua. También se puede mezclar compost para cactus para ayudar a un mejor crecimiento y una floración más bella.
Cuando estas plantas suculentas se colocan en macetas, es conveniente que éstas sean más anchas que altas, ya que el sistema radicular de las echeverias tiende a desarrollarse más a lo ancho, ocupando mucho espacio en poco tiempo. Es importante hacer notar que estas especies crecen cubriendo todo el terreno que tienen a su disposición, por lo que pueden requerir ser sometidas a trasplantes durante la primavera.
Las echeverias son muy agradecidas si se cultivan en lugares bien luminosos, con luz solar directa. Cuando se las cría en espacios interiores, se las debe colocar en un sitio con buena luminosidad y donde les dé el aire fresco durante el verano.
Echeveria: Riego y cuidados
Estas plantas pueden ser regadas aproximadamente una vez cada cuatro semanas, con el equivalente a dos vasos de agua, tratando de dejar bien mojadas todas las hojas. Antes de aplicar una nueva cuota de agua, es mejor dejar el terreno seco por un par de días, y durante los meses de invierno se puede evitar el riego de las echeverias, sobre todo en aquellas zonas con clima frío.
Cuando el cultivo se hace en maceta, es aconsejable dejar el contenedor en inmersión por unos minutos, haciendo que la tierra absorba la humedad que necesita.
Por lo general, durante el invierno se aconseja someter la echeveria a un tratamiento preventivo de plagas y enfermedades mediante la aplicación de un insecticida de amplio espectro y un fungicida sistémico.
