El tomate de guarda o tomate Ramallet, es una variedad originaria del Mediterráneo que se viene cultivando desde hace siglos.
La particularidad de este tipo de tomate es que se puede conservar en perfectas condiciones durante meses sin que entre en estado de descomposición.
Es sin dudas un fruto muy inusual del que vale la pena saber más, y aquí encontrarás toda la información que necesitas sobre él.
El tomate de guarda o Ramallet
Este fruto es pequeño, redondo y de color anaranjado en un principio, y luego toma el típico color “tomate”.
Para su conservación adecuada, se cosecha el fruto de las plantas antes de que estén completamente maduros, se cosen a una cuerda y se cuelgan en un lugar seco, ventilado y con muy poca luz.
Esto es posible gracias a su proceso de maduración, que es tan lento que permite conservarlo de un año al otro sin que se vean deterioradas sus propiedades.
La planta es extremadamente resistente a las sequías, cualidad que está muy relacionada con la durabilidad del fruto.
Cultivo del Tomate de guarda
Las semillas se siembran a mediados o finales del invierno, para aprovechar el clima cálido que es cuando se produce la fruta.
Como en todas las tomateras, es necesario que cuenten con tutores para ayudar a que las ramas crezcan de forma vertical.
Crece tanto en suelo directo como en macetas, el sustrato debe ser ligero y con buen drenaje, necesita de abono orgánico y al menos 4 horas de luz solar.
Cabe destacar que es una variedad de tomate con la piel muy delicada, tanto así que las lluvias muy fuertes lo dañan por lo que necesitan de protección ante inclemencias del tiempo porque de lo contrario el fruto puede pudrirse.
El tomate Ramallet se puede plantar bajo tierra o en macetas, los tomates Ramallet son especies que necesitan la luz del sol, la lluvia (si no es muy abundante) y el clima cálido, en cuanto a la tierra no debe ser muy dura, un suelo bien drenado y un abono orgánico son suficientes. Es un tipo de variedad que le gusta la luz, debe tener al menos 4 horas de luz.
Consejos de conservación del tomate Ramallet
No se debe retirar nunca el pedúnculo que une el tomate a la mata.
Cuando se cuelga el fruto debe conservarse en un sitio con temperatura lo más estable posible, y sin exceso de humedad.
Los ramilletes se cuelgan de un alambre y se deben enhebrar a través del pedúnculo en grupos de 10 a 12.
Si no se cuelgan, es aconsejable colocarlos en cajas forradas de papel de diario, y si es posible, separar cada fruta con cartones para evitar que, si una llegase a pudrirse, deteriore al resto.
Es de suma importancia que estén constantemente ventilados y que no se forme humedad bajo el fruto si no están colgados.
Hay que revisar los tomates cada semana para desechar los que pudiesen estar en mal estado y evitar que pudran los demás.
Fuente: El tomate