Con el nombre de planta de tabaco o Nicotiana se denomina a un género de herbáceas anuales o perennes originarias de América y de Australia que se destacan por por sus aromáticas flores con forma de trompeta y colores brillantes que brotan hasta bien entrada la temporada invernal.
Generalmente, se utilizan combinaciones de distintas variedades para crear manchas de color en el jardín y bordillos, aunque también se pueden sembrar en macetas.
Si bien la planta de tabaco es fácil de cultivar, su toxicidad hace que deba tenerse cuidado al momento de manipularla y de elegir su ubicación, que debe ser en un sitio inaccesible tanto para los niños como para las mascotas.
El cultivo de esta planta se hace principalmente por semillas, las que pueden depositarse cada primavera en lugares expuestos a pleno sol, sombra o semisombra. Por tratarse de un género que demanda una gran cantidad de nutrientes, se la debe cultivar algo separada de las demás plantas en el jardín, para que no se apropie del sustento de aquellas.
Por este mismo motivo, se aconseja abonar bien el terreno antes de la siembra o la plantación, regando el suelo con fertilizante orgánico unas 3 veces durante una semana. También el conveniente aportar, cada 20 días durante primavera y verano, un fertilizante a base de algas en el agua del riego.
La planta de tabaco también se puede propagar por división de mata y transplante al comenzar la primavera (si se trata de una especie perenne), o a mitad de dicha estación (plantas anuales)
Si se la va a cultivar a partir de semillas como planta de interior, se llenan pequeños recipientes o semilleros con tierra y se distribuyen por la superficie sin cubrir, regándolas y poniéndolas a germinar (demoran entre 10 y 14 días para hacerlo, dependiendo de la variedad). Cuando su tamaño permita manipularlas, se las pasa a recipientes individuales de 7 centímetros y se las deja crecer.
Dado que se extiende con rapidez, se recomienda colocarla luego en una maceta grande.
Si bien la mayoría de las especies que se comercializan para su uso en jardinería son resistentes al calor y la sequía, resultan vulnerables a la acción del frío y las heladas, por lo que se sugiere retirarlas del jardín con la llegada de la estación invernal.
Si bien la planta de tabaco no requiere de poda, es conveniente ir eliminando las puntas de los tallos florales ya marchitos.
Otra ventaja que presenta este género es su alta resistencia a las habituales plagas y enfermedades de los jardines.