En el ambiente de la jardinería y la horticultura urbana se suele plantear el interrogante sobre si se puede reutilizar el sustrato en el que se tuvo anteriormente una planta.
Para determinar si se puede volver a utilizar, lo primero que debe hacerse es observar detenidamente el sustrato y verificar qué aspecto presenta.
Si la tierra está seca y forma terrones, la misma puede reaprovecharse, aunque la superficie presente un aspecto grisáceo. Para ello, se debe ir desarmando con la mano los terrones que se han ido formando, si la tierra está en buenas condiciones tiene que poder deshacerse rápidamente y no dejar manchas en las manos.
Si el sustrato tiene raíces y restos de hojas, se deben eliminar las de mayor grosor. Para facilitar esta labor es conveniente recurrir al uso de un rastrillo de mano.
Un último paso para dejar el sustrato en condiciones de ser reutilizado es someterlo a un proceso de desinfección. Para ello, se deja la maceta llena de tierra tapada con un plástico y expuesta al sol durante una semana, de forma que se eliminen todas las bacterias y hongos.
Una vez transcurrido ese lapso de tiempo, se debe fertilizar la tierra con un poco de sustrato universal y humus de lombriz.
Si el sustrato usado presenta un aspecto arcilloso y mancha las manos cuando se lo toca, se trata de una tierra que no deja respirar a las raíces, por lo que es necesario secarla y dejarla más suelta.
Para ello, se debe regar la maceta con agua hirviendo antes de realizar el proceso señalado en el caso anterior, y a continuación se la tapará con un plástico y se la dejará al sol durante dos semanas, o hasta que se observe que el sustrato se ha secado.
Una vez obtenida una tierra más seca y suelta, se le debe añadir vermiculita y perlita, junto a un poco de sustrato universal nuevo y humus de lombriz.
Si el sustrato que se desea reaprovechar contiene insectos o huevos de insectos que podrían afectar la vida de la planta, se debe proceder a una desinfección previa.
La misma puede realizarse agregándole agua hirviendo y dejando reposar la tierra al sol durante 10 días. Si los insectos continúan estando presentes después de estos días, la tierra no puede reutilizarse.
Otro método para asegurarse de que el sustrato no contendrá huevos de insectos consiste en regarlo a conciencia con agua destilada y dejarlo luego al sol.
Si la tierra corresponde a cultivos que han sufrido ataques de hongos o plagas de raíz, se aconseja no volver a utilizarla.
