Generalmente, las plantas deben pinzarse en las primeras fases del desarrollo, una vez ya establecidas tras el período de la multiplicación.
No a todas se les debe aplicar este tratamiento. Vamos a explicar con cuales debe realizarse este procedimiento.
El pinzamiento consiste en la eliminación de la punta de un tallo, bien con los dedos índice y pulgar o con un cuchillo afilado. Esto fortalece el desarrollo de los brotes laterales, obteniéndose una planta más pequeña y bien ramificada.
Esos brotes secundarios se desarrollarían de manera natural si se abandonase la planta a su suerte, pero se obtendría un ejemplar muy alto y larguirucho, con los brotes cerca de la parte superior del tallo.
Al eliminar las puntas, se estimula el flujo de sabia a las yemas laterales situadas en la parte inferior del tallo, haciéndolas desarrollarse. Si se abandona la planta a sus propias fuerzas, la sabia sube directamente a la punta sin detenerse en las yemas inferiores.
Cuando se estimula el desarrollo de muchos tallos laterales mediante el pinzamiento, se verá que la planta da más flores, ya que estas nacen en cada brote secundario.
Hay varias plantas de interior y terraza que se benefician del pinzamiento de la punta cuando tienen 15 cm. de altura, en particular las fucsias, los pelargonios zonales y reales (geranios) schizanltus y las calceolarias perennes o herbáceas.