Una mejora en el crecimiento y en la productividad, una mayor resistencia a las enfermedades derivadas de hongos, y una propagación más segura, son algunas de los beneficios que se atribuyen a las populares aspirinas cuando se utilizan para el cuidado de las plantas en jardines y huertas.
A continuación se verán algunos de los usos más comunes que se le da a este fármaco de consumo humano en el mundo de la jardinería y que tienen su correspondiente fundamento científico.
Aspirinas para aumentar el desarrollo y la productividad de las plantas: La aplicación de una solución compuesta por cuatro aspirinas trituradas disueltas en cuatro litros de agua en huertas cada tres semanas durante la temporada de crecimiento, permite obtener plantas que se desarrollan más rápidamente y con una mayor producción de frutos.
Esto se debe a que la aspirina contiene un ingrediente activo conocido como ácido salicílico que mejora el sistema inmunológico de las plantas, especialmente las de la familia de las solanáceas. Los especímenes sometidos a este tratamiento consiguen aumentar la potencia de su inmunidad, lo que les ayuda en la lucha contra las plagas y el ataque microbiano y evita la formación de hongos,conduciendo a una mayor tasa de crecimiento de las plantas.
Aspirinas para reforzar las defensas contra los hongos: El uso de este medicamento también puede ayudar a prevenir la aparición de enfermedades de origen fúngico. Verticillium y el marchitamiento por Fusarium son males producidas por hongos comunes distribuidos en el suelo y pueden destruir toda una cosecha en cuestión de días. Afortunadamente, bastaría con rociar el follaje o remojar las semillas con una solución de aspirina para reducir significativamente la propagación de hongos en la planta. También es útil en el caso del tizón.
Dado que el ácido salicílico es el ingrediente activo de la aspirina, cuando una solución con este medicamento se pulveriza sobre las plantas, la cantidad de ácido salicílico en las mismas se incrementa, mejorando su sistema inmunológico, protegiendo a las plántulas y especímenes adultos de enfermedades transmitidas por el suelo, bacterias y hongos.
Se suele rociar las plantas con una solución de aspirina disuelta en agua destilada. El medicamento es especialmente eficaz para la protección contra enfermedades en la familia de las solanáceas que incluyen tomates o papas.
Aspirina como hormona de enraizamiento: El ácido salicílico también puede ser de gran ayuda para favorecer el enraizamiento de los esquejes, ya que se ha comprobado que su aplicación ha ayudado a asegurar este tipo de propagación con una alta tasa de éxito. Para ello se toma una taza de agua destilada y se disuelve un comprimido no recubierto de aspirina y se coloca el extremo cortado de la planta en esa solución de enraizamiento durante unas pocas horas antes de proceder a su plantación.
Uso de la aspirina en el cuidado de las plantas: Recomendaciones importantes
Al usar aspirinas en jardinería debe tenerse presente que el exceso de dosis puede terminar quemando o causando otro tipo de daño a la planta. La dosis correcta no debe ser más de una pastilla por cada litro de agua. La tableta debe ser bien triturada y hay que asegurarse de su total disolución antes de la pulverización.
Es mejor realizar la aplicación con rociador por la mañana, debido a que en ese momento del día las plantas tienen una mejor absorción. Asimismo, se evita dañar a los insectos polinizadores, como abejas y mariposas, que son más activos hacia el mediodía y también se da a las plantas el tiempo suficiente para secarse.