Originaria de las selvas lluviosas de Oceanía y el Sureste Asiático, la aralia pulpo (Schefflera actinophylla) o árbol paraguas se utiliza en distintas regiones templadas y subtropicales del planeta para ornamentar grandes jardines.
Se trata de un árbol de hoja perenne capaz de alcanzar una altura máxima de 12 a 15 metros y puede desarrollar uno o varios tallos. Las hojas son de color verde medio, palmeadas con 7 a 16 foliolos ovales, enteros, de unos 30 centímetros de largo.
La floración de la aralia pulpo se produce generalmente durante el verano y puede extenderse hasta principios de otoño, cuando grandes inflorescencias rojas de hasta dos metros de longitud se desarrollan en las puntas del o de los tallos.
Cada flor es de color rojo opaco y mide alrededor de 2,5 centímetros de ancho y cada racimo puede reunir aproximadamente 1000 de estos brotes. Debido a la gran cantidad de néctar que producen, son un fuerte atractivo para aves e insectos.
Los frutos de la aralia pulpo son redondos, miden unos 7 milímetros de diámetro y son de color púrpura oscuro.
La Schefflera actinophylla es una planta que no demanda demasiados cuidados especiales y puede vivir muchos años. Puede tolerar una amplia gama de niveles de sol y humedad, pero está más restringida a zonas con temperaturas mínimas superiores a los 1,7 ° C.
En verano, se puede mantener a temperatura ambiente normal. Puede permanecer afuera, siempre y cuando la temperatura no exceda los 21 ° C. En invierno, es conveniente que la temperatura se mantenga por encima de los 12 ° C.
La aralia pulpo, si bien tolera riegos ocasionales, crece y se desarrolla mucho mejor si se la riega en el verano – una o dos veces por semana – y se nebuliza de vez en cuando. En invierno, el suministro de agua se reduce a una vez por semana y la nebulización se realiza cada dos semanas.
También se recomienda alimentarla una vez al mes durante el verano con un fertilizante líquido estándar.
La propagación de la aralia pulpo puede hacerse por esquejes durante la primavera, tomándolos de cortes de punta o tronco de 7 a 10 centímetros de largo. Se debe tomar cada corte inmediatamente debajo de un nudo de la hoja, se les quitan las hojas inferiores y se sumerge el extremo del corte en un polvo de enraizamiento hormonal.
A continuación, se planta el esqueje en una recipiente de 7 centímetros que contenga una mezcla en partes iguales de turba de musgo y arena gruesa o perlita, y se encierra todo el conjunto en una bolsa de plástico. Es necesario mantenerlos en una temperatura ambiente de 18 ° C a 23 ° C., porque si es más baja estos esquejes pueden pudrirse antes de que lleguen a arraigarse.
En un ambiente con luz del sol filtrada y con calor constante un corte puede enraizar en tres o cuatro semanas. Cuando el crecimiento renovado del gajo indica que el enraizamiento ha ocurrido, se aclimata la nueva planta a las condiciones de la habitación durante un período de aproximadamente dos semanas abriendo la bolsa un poco más cada día y regando la planta sólo lo suficiente para mantener la mezcla de raíces apenas húmeda.
Fertilización y trasplante de la joven aralia pulpo
Cuando la nueva aralia pulpo esté descubierta, se la coloca en una posición donde reciba luz brillante, se riega moderadamente y se le aplica fertilizante líquido estándar mensualmente hasta que aparezca una fina red de raíces en la superficie del sustrato. Esto se habrá producido en el momento en que se hayan generado dos o tres nuevas hojas.
Posteriormente se traslada la planta a un recipiente ligeramente más grande con mezcla para maceta a base de tierra y tratarla del mismo modo que a una Schefflera actinophylla adulta.
