Almacenar bulbos de tulipán es generalmente una labor sencilla, sólo se necesita seguir unos cuantos pasos que permitirán mantener a estos valiosos órganos en buen estado hasta el momento adecuado para su plantación.
La primera cosa a saber es cuándo y cómo desenterrarlos. Con el fin de localizar los bulbos, se debe dejar que las hojas permanezcan en la planta después de que su floración haya terminado; de lo contrario se pierde la única referencia visible del lugar en el que se encuentran. Es importante que esas hojas estén completamente marrones antes de quitar los bulbos del suelo.
Luego de determinar que es tiempo de sacarlos, se utiliza una pala pequeña para aflojarlos suavemente, y se levanta con cuidado el bulbo madre y todos sus bulbillos.
Se sacude la suciedad suelta de los bulbos y las raíces, manteniéndoles en la base del tallo y luego se separa cuidadosamente el bulbo madre de la descendencia. A continuación se retiran las raíces.
El siguiente paso consiste en limpiar cada bulbo de tulipán para retirarle los últimos restos de tierra y arena, y luego dejarlos secar en un área con una exposición parcial al sol para evitar posibles quemaduras. Se pueden depositar sobre papeles de diario o en el fondo de cajas de cartón, evitando que se toquen entre sí.
Si se detectan daños en algunos bulbos no hay que preocuparse, ya que los mismos igual pueden aprovecharse. Eso sí, es necesario esperar a que estén bien secos y luego darles un tratamiento preventivo aplicando un poco de azufre sobre las áreas dañadas. En todo caso, y para más seguridad, se los puede almacenar en un lugar distinto al de los ejemplares sanos.
Una vez que todos los bulbos de tulipán superaron la etapa de secado, ya se encuentran en condiciones de pasar al almacenamiento propiamente dicho.
Un método conocido es colocarlos sobre una capa de vermiculita, arena seca o musgo de turba dentro de algún tipo de recipiente. No deben cubrirse.
Debe tenerse presente que estos medios de almacenamiento pueden retener la humedad y esto hará que los bulbos se pudran. Para evitar esa catástrofe, hay que asegurarse que la vermiculita, la arena o el musgo de turba estén completamente secos y permanezcan así durante todo el período de guardado.
Si no se dispone de ninguno de los materiales mencionados anteriormente, se puede recurrir a un método de almacenamiento más simple, que consiste en envolver cada bulbo de tulipán en papel de diario y meterlos en una caja de cartón o en una bolsa de malla, cuidando siempre de que no se toquen entre ellos. Lo más importante acerca de almacenarlos adecuadamente es que permanezcan secos.
Almacenamiento de bulbos de tulipán: Pasos finales
El siguiente paso consiste en depositar la caja o bolsa en un lugar oscuro, seco, fresco y con una buena ventilación hasta la llegada del otoño, que es la época más indicada para su siembra. El área de guardado no debe ser accesible a ratones y otros roedores, ya que les encantan los bulbos de tulipán.
Durante el tiempo de almacenamiento, se recomienda revisar los bulbos una vez al mes, con el fin de verificar la salud de las piezas. Si se detecta algún ejemplar que se haya vuelto suave al tacto, el mismo deberá ser desechado.
Hola, siempre guardo mis bulbos de tulipan en diarios y se conservan bien. Este año adquiri un tulipan negro y obviamente lo guarde separado de los demas colores ya que lo quiero diferenciar y saco un bulbo mas….
Me gusto leer su articulo, gracias y hasta la proxima…
Hola: Muy buena la nota de los bulbos, es muy util, gracias
y feliz 2017, para todos.