Las técnicas de reproducción de la rosa no han variado mucho en los últimos tres siglos, siendo las semillas y los esquejes los recursos más utilizados por aficionados y profesionales en todo el planeta para obtener nuevas plantas, siempre y cuando su cultivo se lleve a cabo en la época adecuada del año.
Sin embargo, el uso de semillas no garantiza la obtención de una réplica exacta del arbusto de rosas original. Esto se debe a que el polen que se utilizó para fertilizar la flor posiblemente no provenga de la misma planta, por lo que es posible que las semillas que se obtengan sean una mezcla de dos especímenes distintos.
En cambio, con un esqueje tomado directamente de un rosal, existen mayores garantías de obteneruna copia exacta del original.
La propagación de la rosa por estacas es bastante simple realmente. Todo lo que necesita hacer es asegurarse de que le da a estos nuevos cortes un ambiente seguro y húmedo para que las raíces tengan tiempo para desarrollarse.
Es natural que cualquier parte de la planta trate de establecer su propio sistema de raíces para poder continuar viviendo, pero esto tiene más posibilidades de suceder sólo a través de la ayuda extra que pueden darle las personas.
El mejor momento para conseguir estacas para reproducir rosas es la primavera, que es el punto en el año en que el clima es fresco y las plantas son particularmente vigorosas después de haber pasado por un largo período de sueño invernal.
También se pueden obtener esquejes en otoño, pero la madera es más dura y eso hará que el desarrollo de las raíces sea un poco más lento.
Al momento de seleccionar los esquejes que se utilizarán, es conveniente elegir los tallos jóvenes, debido a que los más viejos no crecerán tan bien como los tiernos. Se deben buscar aquellos gajos que todavía no tengan un brote en él.
Una vez elegido, se corta un tramo de tallo, tratando de que el mismo tenga aproximadamente 15 centímetros de largo. Para la operación se recomienda usar una cuchilla bien afilada y bien limpia; esto es muy importante para evitar causar daños innecesarios en la planta y para prevenir la transmisión de enfermedades a la misma.
A continuación, se quitan las hojas en la parte inferior del esqueje, pero se dejan las que están cerca de la parte superior, ya que éstas proveerán el alimento necesario y las hormonas mientras que las raíces se establecen.
Finalmente, se limpia un área del jardín, liberándola de malas hierbas y de otras plantas y se entierran los esquejes en 5 centímetros de tierra.
Lo mejor es plantarlos directamente en el área donde que desea tener los nuevos rosales sin necesidad de someterlos al estrés del trasplante. Antes de colocar el corte en el agujero, se puede hacer un ligero corte diagonal en el extremo inferior y sumergirlo en compost. Esto estimulará el crecimiento de las raíces.
Posteriormente se riega y se cubre cada estaca con algún tipo de recipiente de plástico o de vidrio, acción que ayudará a mantener la temperatura alta y a retener la humedad para que los brotes crezcan mejor.
En cuanto a su exposición a la luz solar, hay que asegurarse de que no haya demasiado sol brillando directamente sobre los nuevos esquejes, ya que esto puede sobrecalentarlos y matarlos. Por ese motivo se suele cultivarlos en un área donde haya sombra parcial.
Otro cuidado que debe tenerse a la hora de propagar rosas por esquejes es controlar la humedad del suelo. Si éste se encuentra seco, es necesario someterlo a un riego profundo. Asimismo, se puede quitar la cubierta de plástico o vidrio cuando la temperatura ambiente alcance o supere los 25ºC, pero asegurándose de volver a cubrir la joven planta por la noche cuando la temperatura caiga de nuevo.
En esta labor es importante ser paciente y no esperar ver resultados de inmediato. En la superficie la planta puede aparecer inactiva, pero toda la actividad está sucediendo debajo de la tierra. Un nuevo rosal necesita tiempo para desarrollar sus raíces, por lo que se podrá ver un poco de crecimiento en la parte visible de la plántula a las dos o tres semanas de enterrado el esqueje.
Propagación de rosas: La importancia de no desanimarse ante el primer fracaso
No hay que desanimarse si al principio no se tiene éxito con la propagación de la rosa a través de esquejes, sólo hay que intentarlo de nuevo.
Un modo de aumentar las probabilidades en la multiplicación de un rosal consiste en plantar varias estacas a la vez. Si por casualidad todas se desarrollan, se puede trasplantar algunas, o simplemente ofrecerlas a otros aficionados a la jardinería.
No soy experto en el tema de las rosas pero me encantan, de echo tengo varias. He intentado hacer matas a través de esquejes y la verdad no he tenido éxito, creo que la salinidad tiene que ver mucho con ello.
Son muy buenas las recomendaciones que se dan sobre la propagacion de las rosas , estoy muy interesada en esta actividad, pues hice el intento, casi un 95% brotaron pero luego fueron muriendo poco a poco, no se la salinidad del agua afectara?.