La mejor manera de darle un toque más natural a un acuario es la incorporación de plantas que no sólo aportan su particular belleza, sino que también contribuyen a un equilibrio ecológico que resulta beneficioso, sobre todo para los peces que lo habitan.
La flora y la fauna acuáticas viven en perfecta simbiosis que conviene reproducir en ese mini-ecosistema contenido en una pecera. Bajo la influencia de la luz, las plantas asimilan la clorofila y producen el oxígeno que respiran los peces, y éstos a su vez desprenden gas carbónico que es absorbido por las plantas, evitándoles la asfixia.
Los peces también desprenden materias que, unidas a las partículas del alimento que no han consumido, forman una mezcla orgánica que se deposita en el suelo, haciendo que la flora microbiana la absorba y la transforme en sales minerales que servirán de abono para las plantas.
Existe una amplia variedad de especies de plantas acuáticas aptas para su cultivo en acuarios y estanques con peces, por lo que a continuación se enumerarán las más conocidas y que pueden adquirirse con más facilidad en los comercios del ramo.
Cabomba caroliniana: Conocida también como ortiga acuática, es originaria de América del Norte y del Sur y se adapta perfectamente en los acuarios templados. Se trata de una hierba perenne de agua dulce sumergida, a veces flotante, pero a menudo arraigada, con rizomas cortos y frágiles.
Produce flores pequeñas de color blanco que miden alrededor de 13 milímetros de diámetro.
Cabomba aquatica: Es una especie más apta para los acuarios cálidos. Es más resistente y baja que su hermana caroliniana, necesita ser cortada con frecuencia y recibir una iluminación intensa durante el invierno, además de tener un suelo bastante rico. Su temperatura ideal oscila entre los 15ºC y los 25ºC.
Vallisneria gigantea: Conocida comúnmente como cinta americana, es una planta oxigenante muy requerida por ser una especie de muy fácil mantenimiento y su capacidad para adaptarse a distintas condiciones ambientales (agua dulce y suelo). Dado que pueden crecer hasta un metro de altura, no se recomienda su uso en acuarios pequeños de de poca altura.
Crece y se desarrolla mejor bajo condiciones de luz intensa y debe mantenerse siempre sumergida.
Vallisneria spiralis: Posee hojas en forma de cinta y puede alcanzar fácilmente los 50 centímetros de alto. Se encuentra en Europa Meridional, África del Norte y Australia. Esta especie prefiere un suelo rico y una temperatura ambiente de 20ºC. Es capaz de autocultivarse y propagarse mucha facilidad.
Cryptocoryne affinis: Se destaca por sus propiedades de crecimiento muy rápido. Requiere mucha iluminación, no es muy exigente con la calidad del suelo y del agua. La parte inferior de las hojas de la affinis tiene un color rojo opaco, extraño y muy intenso.
Cryptocoryne nevilli: Es una planta de tamaño pequeño de color verde pálido de hojas estrechas alargadas. Como se trata de una especie con pocos requerimientos de luz resulta adecuada para acuarios en zonas de sombras.
La planta se reproduce con suma facilidad por estolones subterráneos, aunque su crecimiento es lento.
Estas fueron algunas de las especies más populares que se cultivan en acuarios, en próximos posts se verán otras plantas acuáticas con alta demanda y qué reglas básicas deben seguirse para mantenerlas en las mejores condiciones.