El sistema de riego por surcos data de mucho tiempo atrás, y consiste en extender canales laterales a los cultivos que serán los que transportarán el agua de riego. El agua, estratégicamente canalizada, llega por sí sola a nutrir a las plantas desde la raíz, sin afectar las hojas, los tallos ni los frutos. Se trata de una opción que consideran siempre los pequeños productores, por su accesibilidad económica. Si bien el mecanismo de este tipo de riego es simple, hay que tener en cuenta algunas variables para que resulte exitoso.
Puntualmente, es fundamental un estudio de la extensión del área a regar y de la pendiente necesaria para que el agua se traslade por sí misma. En cuanto a los elementos y materiales necesarios para implementar el riego por surcos, sólo se precisa una cañería que conduzca el agua en la cabecera de cada surco, conectada a las válvulas que disponen el inicio del riego.
Funcionamiento del sistema de riego por surco
Se trata de un sistema de dos tiempos: el que demora el agua en llegar al final del surco, y el que requiere para penetrar en profundidad en la tierra. Dado que el agua avanza en pendiente, es lógico que mientras las primeras plantas reciben en un instante toda el agua que necesitan, las últimas deben esperar un poco más.
Para que estas últimas de la hilera no queden sin su ración de agua, es indispensable que los cálculos entre superficie, pendiente, y tiempo, hayan sido bien estudiados. A su vez, es vital considerar, entre las variables, el nivel del caudal de agua: si es débil, fuerte, o ambos.
Cultivos ideales para el riego con surco
Dado que la parte externa de la planta no entra en contacto con el agua -como sí lo hace en el sistema de riego por aspersión– el sistema de riego por surcos es apto para plantas que crecen a ras del suelo: calabaza, melón, etc. También es una buena opción regar con este dispositivo cuando se cultiva en hileras: lechuga, papas, etc.
Puntos a favor y en contra del riego por surcos
Como todo sistema, el riego por surcos tiene ventajas y desventajas: entre las primeras se cuenta el hecho ya mencionado de que es un riego localizado, que no necesita exceso de mano de obra, ya que el agua se desplaza sola a lo largo de los canales. Por otra parte, este sistema no es tan eficiente como el riego por goteo, antes bien, el riego por goteo supera en un 20% en eficiencia al riego por surco.
