Los semilleros son los lugares donde se producen siembras de distintos tipos de plantas con la finalidad de producir su germinación para que pueda crecer sin dificultad, para su posterior transplante a un vivero o un terreno definitivo. Suelen utilizarse mucho en la producción comercial de plantines de hortalizas o especies para jardín con semillas pequeñas, requiriendo el uso de instalaciones especializadas que requieren mayores inversiones; sin embargo, existen alternativas económicas y prácticas para poder montar un semillero apto para proveer las pequeñas huertas urbanas.
Para montar un semillero en nuestras casas no se requiere la utilización de los materiales propios de los modelos comerciales (madera, estructuras metálicas, ladrillos, hormigón, etc.), sino que se puede recurrir al reciclado de algunos elementos propios de la vida cotidiana y sólo demanda una inversión monetaria para adquirir las semillas propiamente dichas y el sustrato a emplear.
Dado que muchas casas no disponen de superficies con tierra, se puede recurrir al uso de vasos plásticos de yogur o dulces descartados, con una altura aproximada a los 10 centímetros y con una perforación en la base. Para quienes deseen ahorrarse el trabajo de reciclar y perforar el fondo de los envases, existen en el mercado numerosos modelos de macetas aptas para cumplir la función de semilleros.
Antes de proceder al rellenado y siembra, es recomendable colocar en la base de los recipientes algunas piedrecitas o, en su defecto, pequeñas bolitas de masilla expandida. Esta medida, junto con la perforación en el fondo, contribuirá a asegurar el correcto drenaje del agua, evitando encharcamientos que pueden afectar su normal crecimiento.
Una vez listos los vasos o macetas, se puede echar en el interior de los mismos la tierra fértil, siendo una de las opciones más utilizadas son la turba y sus derivados, que se comercializan en bolsas o pastillas y ofrecen la ventaja de poseer características físicas y químicas constantes, estar libres de malezas, y poseer un pH y conductividad ajustados de acuerdo a la especie vegetal que se va a cultivar, asegurando que la misma reciba los nutrientes requeridos en forma precisa.
Dado que este tipo de sustrato se obtiene de turberas que han tardado millones de años en formarse, muchos prefieren optar por una alternativa más amigable con la naturaleza, como la mezcla de humus de lombriz, fibra de coco y un poco de sustrato ecológico para hortalizas.
La tierra debe estar bien mezclada hasta presentar una consistencia fina, uniforme y sin terrones, y se echa en el recipiente hasta cubrir una altura aproximada de cuatro o cinco dedos de una persona adulta.
El siguiente paso es colocar dos o tres semillas en la superficie para luego cubrirlas completamente con tierra. En este momento debe tenerse en cuenta que se acostumbra colocar sobre las semillas una cantidad de sustrato que sea igual o el doble de su tamaño.
El paso final en el armado de un semillero consiste en el riego, que debe ser frecuente para ayudar a mantener la humedad constante de la tierra durante el crecimiento de los plantines. Durante las primeras etapas se aconseja regar el sustrato (no las plantas) utilizando un pulverizador, porque cuando se usa una regadera se corre el peligro de que las semillas se vean arrastradas hacia el fondo del recipiente.
Aparte del agua, otro factor vital para un buen desarrollo de la germinación es el calor. Por lo que se requiere colocar el semillero en un lugar luminoso y cálido pero sin que le de directamente el sol.
Hola. Quería saber cuánto tarda aproximadamente en germinar una semilla. Soy nueva en esto, y hace mas o menos cinco días armé un semillero con tomate, cebolla morada y ajies, pero todavía no veo resultados. Lo mantengo húmedo con pulverizados y dandole calor sin sol directo.