La capuchina (Tropaeolum majus) es una planta originaria de América del Sur muy apreciada desde el punto de vista ornamental, medicinal y culinario, que puede ser perenne o anual (según la zona en la que se cultive) y que también puede combinarse con distintas hortalizas para mantener alejados a las plagas y a su vez atraer a insectos beneficiosos para un huerto o jardín.
Esta especie se caracteriza por tener tallos trepadores y rastreros que se desarrollan alrededor del centro de la planta, lo que permite su uso como decoración de paredes exteriores o como tapizante de jardines.
Las hojas de la capuchina son redondeadas, con una fuerte nervación y con el pecíolo insertado en el centro. Sus flores de aspecto tubular y abiertas al final en forma de trompeta con cinco pétalos se presentan en varios colores, incluyendo el rojo, el anaranjado o el amarillo.
Por lo general, la floración se produce durante la temporada estival y se prolonga hasta los últimos días de otoño.
Como planta medicinal, a la capuchina se le atribuyen propiedades antibióticas, balsámicas, expectorantes y aperitivas. Como antibiótico, es activo frente a gran número de gérmenes, entre los que cabe destacar estafilococos, estreptococos y salmonella. Además, los componentes de la planta se eliminan en gran proporción por la orina y en menor cantidad a través de los pulmones. Por esta razón, se aprovechan sus propiedades desinfectantes en infecciones agudas de las vías urinarias y de los bronquios.
Otra característica de esta planta es que todas sus partes pueden aprovecharse para el consumo humano en ensalada, sola o mezclada con otros vegetales. Los frutos sin madurar también pueden comerse macerados en vinagre o sal, mientras que las hojas se pueden añadir a las sopas.
Como se dijo en un principio, la capuchina también resulta útil para proteger a distintos vegetales del ataque de plagas. Por ejemplo, si se cultiva junto al brócoli lo mantiene libre de pulgones, o si se ubica a la par de las calabazas repele a los gusanos. Sirve, además, para alejar a hormigas y caracoles. A excepción de las raíces, todas las partes de esa planta se pueden usar para preparar una infusión que luego se rocía sobre los vegetales que se desean proteger.
Capuchina: Cultivo
La capuchina se adapta sin dificultad a cualquier terreno, pero crecen mejor en los suelos arenosos, ligeros y bien drenados, ubicados en lugares expuestos a bastante luz solar.
La reproducción de las mismas se realiza a través de semillas o esquejes, siendo la primavera la época ideal para la siembra. El riego debe hacerse en pequeñas cantidades, teniendo cuidado de no anegar la planta.
