La araña roja es una plaga que puede hacer su aparición en jardines y huertos, sobre todo en aquellos ubicados en zonas tropicales y subtropicales, y que es capaz de afectar a una amplia variedad de especies y que, en el caso de los ataques más graves, puede provocar que el crecimiento de las mismas se detenga.
Este pequeño animal es, en realidad, un ácaro de la familia de Tetraniquidos, que a nivel popular ha sido confundido con un araña debido a su capacidad de densas redes de hilos de seda en las plantas que llega a colonizar.
En estado adulto, la araña roja se presenta a simple vista como un punto ovalado de hasta unos 0.50 mm de largo y 0.30 mm de ancho, con una coloración que puede ser amarillenta, verde o rojo-anaranjado y con dos manchas laterales oscuras sobre el dorso del tórax.
Dos son los principales factores que contribuyen a la dispersión de esta plaga: el viento y el contacto entre las plantas, y su desarrollo es mayor en aquellos ambientes secos, calurosos y con ventilación inadecuada.
Cuando la araña roja se instala en una planta, suele alojarse principalmente en el envés de las hojas jóvenes de los últimos brotes, de cuyos contenidos celulares se alimenta a través de un estilete, produciendo en el tejido afectado una coloración amarilla que se torna a marrón con el paso del tiempo.
Al principio del ataque se pueden observar algunas manchas amarillentas en el haz de las hojas, pero cuando es invadida por una población mayor la planta puede sufrir la desecación de las partes afectadas, e incluso la pérdida del follaje.
Los daños provocados por estos ácaros producen una reducción en el proceso de fotosíntesis, algo que repercute directamente en una menor producción de nutrientes, lo que agrava el debilitamiento de la planta atacada, causándole enanismo e incluso la muerte.
Otro efecto negativo de la presencia de esta plaga es su teleraña que puede llegar a cubrir la totalidad de la planta y que a la vez le sirve como medio físico para trasladarse a otras plantas sanas, una vez agotada su primera fuente de alimentación.
Medidas preventivas contra la araña roja
La llegada de estos visitantes indeseables a un jardín o huerto puede evitarse a través de algunas medidas culturales, que incluyen eliminar las malas hierbas y restos de cultivos, ya que los mismos actúan como reservorio de los ácaros.
También se debe realizar una concienzuda tarea de vigilancia de las plantas, con el fin de detectar los primeros indicios de la presencia de la araña roja en el envés de las hojas (puntos oscuros o telarañas).
Para combatir esta plaga, se puede recurrir al auxilio de insecticidas- acaricidas de amplio espectro como la abamectina, un producto de origen natural procedente de la fermentación de la bacteria Streptomyces avermitilis. Los fungicidas con acción acaricida a base de azufre también resultan eficaces para erradicar a la araña roja.
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