La Hortensia rosa y Hortensia azul son plantas arbustivas apreciadas por su prolongada exhibición de flores durante el verano y las primeras semanas del otoño.
Lo primero que hay que tener en cuenta al cultivar hortensias es que estas plantas requieren un suelo ácido y durante su fase de crecimiento deben colocarse en una situación lo mas iluminada posible, aunque luego se recomienda una iluminación moderada.
Las Hortensias prefieren una posición soleada, pero no donde el suelo se seque alrededor de sus raíces.
Deben regarse abundantemente y abonarse, pues solo así podrá conseguirse una buena floración.
Cuando ha pasado la época de producción de flores, conviene suprimir todas las partes leñosas viejas de la planta para que esta emita nuevos brotes desde la base.
Durante el verano la Hortensia puede mantenerse en el jardín o en una maceta a la intemperie, pero ante la llegada de las primeras heladas es preciso meterlas en el interior de la casa al resguardo.
Durante el invierno la planta habrá perdido sus hojas, debiéndose mantener en esta época del año, en que permanece en un estado de vegetación latente, en un lugar fresco.
Cuando, pasado el reposo invernal, conviene volverlas a exponer a un ambiente luminoso y cálido.
Las hortensias de flores rosas tienen pigmentos capaces de virar al azul.
Respecto al tratamiento para conseguir el tan deseado color azul, es necesario el riego regular con sulfato alumínico.
La adición de dicha solución puede realizarse al principio de la brotación y al final de la floración, siendo conveniente también dar uno o dos tratamientos durante el verano.
Las dosis de sulfato del sulfato alumínico a emplear en el riego serán de 5 a 10 gramos por litro.