En jardinería y horticultura es común relacionar el término acolchado, mantillo o mulching a una cobertura natural que se aplica sobre el suelo y que suele estar compuesta por materiales de origen orgánico, es decir, procedentes de algo que en su momento estuvo vivo, como es el caso de los restos de poda, alimentos, hojas, y compost, entre otros. Sin embargo, también existe un acolchado inorgánico, que es el que está hecho de materiales no vivos y cuyas características particulares se verán en este artículo.
En primer lugar, cabe aclarar que el mantillo sirve principalmente para modificar los efectos del clima local sobre el suelo y las plantas que crecen en el mismo, ayudando a conservar la humedad, mejorar la fertilidad y la salud de la tierra, reducir el crecimiento de malezas y mejorar el atractivo visual del lugar.
El acolchado inorgánico, como se dijo anteriormente, está constituido por materiales no vivos, por lo que no son biodegradables, es decir que no se descomponen , o se desintegran muy lentamente sólo después de transcurrido un prolongado período de tiempo. Por lo general están hechos con restos de rocas o grava, láminas de plástico, cortes de tela y trozos de caucho.
Esta capacidad de cumplir su función de cobertura por más tiempo que los mantillos orgánicos es su principal ventaja, ya que no necesitarán volver a aplicarse o completarse con la misma frecuencia que un mulching de pino, por ejemplo. Eso lo convierte en una alternativa rentable a pesar de que su costo inicial puede ser superior a sus contrapartidas orgánicas.
El acolchado inorgánico también es útil para agregar valor estético a un jardín y a suprimir con mayor eficacia las malas hierbas que pudieran competir con las plantas cultivadas por los nutrientes almacenados en la tierra.
Además de estas ventajas, se debe tener en cuenta cuáles son los posibles puntos en contra para el uso de esta clase de coberturas. Por ejemplo, los mantillos hechos de piedras, plásticos o caucho no aportará nuevos nutrientes al suelo debido a que tales materiales no se descomponen, e incluso pueden evitar que algunos de esos elementos vitales para el crecimiento y desarrollo suministrados artificialmente llegue a tomar contacto con la tierra, sobre todo en el caso de capas de acolchado muy densas o compactas.
Asimismo, esta clase de acolchado no ayuda a retener la humedad del mismo modo que lo haría un mulching orgánico.
Por todos estos motivos, es conveniente saber en qué casos pueden usarse los diferentes tipos de acolchado inorgánico:
Los mantillos de roca: Pueden hacer que un lugar como una cama de flores se vea más limpio y atractivo, y si se utilizan junto con plástico o tela, eliminan con más facilidad a las malas hierbas. Se recomienda su uso en áreas sin plantas o con especímenes resistentes a las condiciones de sequía, ya que por su capacidad de absorción y reflexión del calor del sol pueden hacer que la zona cubierta sea muy caliente y seca.
Los acolchados inorgánicos hechos con láminas de plástico son muy buenos para suprimir las malas hierbas y duran mucho tiempo. Se desaconseja su uso alrededor de plantas, sobre todo de árboles y arbustos con raíces muy extendidas, ya que aquel material no permite que el agua, el aire o los nutrientes lleguen al suelo.
Los mantillos elaborados con piezas de tela de buena calidad también son buenos para eliminar las malezas, permitiendo a la vez el paso del agua, el aire y los nutrientes. ¿Por qué la insistencia de que se use tela de buena calidad? Simplemente porque un material barato puede rasgarse o romperse con facilidad, lo que lo vuelve inservible para cumplir la función de cobertura del suelo.
Por último, los acolchados inorgánicos de caucho ofrecen la ventaja de eliminar las malas hierbas con eficacia y contribuye a la retención de humedad del suelo. Se presenta en diferentes colores para darle un valor ornamental más interesante, y usualmente se utiliza para cubrir las superficies de los patios de juego.
A pesar de estas ventajas, este tipo de material puede ser muy inflamable, y algunos expertos desaconsejan su uso, al menos hasta que se haya determinado que el mismo no resulta tóxico para las personas, animales y plantas presentes en el hogar.
Muy interesante, no conocía este proceso y me ha resultado muy interesante ya que da un valor estético y ayuda al propio jardín.