La presencia de ranas en un jardín constituye una buena solución ecológica para controlar plagas que pudieran aparecer y atacar las plantas cultivadas con tanto empeño y cariño. Asimismo, constituye un atractivo adicional para quienes aman la naturaleza, al permitirles contemplar a estos representantes del mundo animal e incluso disfrutar de su croar.
Ahora bien, no todos los jardines son elegidos por estos anfibios, ya que necesitan reunir determinadas condiciones para convertirse en un ambiente amigable y atrayente, en el que no sólo hallen comida, sino donde también se sientan a salvo de posibles depredadores o competidores.
La creación de un lugar atractivo para las ranas implica la instalación de un pequeño estanque en el jardín. Esto se debe a que dichos animales necesitan mucha humedad de su entorno; además, un espejo de agua estancada representa el medio adecuado en el que pueden depositar sus huevos.
Un estanque de este tipo también puede ser un interesante medio educativo para los más pequeños en casa, que pueden apreciar en vivo el proceso de transformación de renacuajo a rana. Eso sí, los niños siempre deben estar acompañados por alguien mayor y saber que deben respetar su hábitat y que no deben capturarlas.
Para que la vida se desarrolle sin inconvenientes en estos depósitos de agua, se necesitará que los mismos cuenten con algo de sombra para evitar que el medio líquido se caliente demasiado, además de tener plantas que ayuden a cubrir a los renacuajos y ranas. Las algas y otros organismos similares también serán necesarias para asegurar la alimentación de las crías.
Como las ranas prefieren las aguas tranquilas, no será necesario incorporar bombas, cascadas o fuentes al estanque en el jardín.
Además del agua, las ranas se sienten atraídas por aquellos jardines en los que pueden hallar lugares frescos que les sirvan de refugio. Para satisfacer esta demanda, un jardinero puede armar un sitio protegido y fresco con una maceta u otro recipiente volcado de lado y parcialmente enterrado en el suelo del jardín. Para aumentar su atractivo para los batracios, se recomienda colocar el refugio debajo de una cubierta de plantas para aumentar su protección.
Los agroquímicos, grandes enemigos de las ranas
La calidad del ambiente reinante en un jardín también influirá en la atracción sobre ranas y otros batracios. Si se usan agroquímicos como insecticidas, fertilizantes, fungicidas y herbicidas, es casi seguro que esos pequeños animales evitarán acercarse, ya que esos productos contienen sustancias potencialmente letales para esas especies, incluso si se aplican respetando las dosis indicadas por el fabricante.
Para combatir a los escarabajos, moscas, orugas, gusanos, polillas, larvas, babosas, etc., podría bastar la presencia de las ranas, que son sus depredadores. Para fertilizar el jardín se puede recurrir a la mezcla de compost u otras fuentes naturales de nutrientes, mientras que para combatir hongos y malas hierbas también se puede recurrir a soluciones menos agresivas para el medio ambiente.