El jiote (Bursera simaruba), también conocido como palo mulato, indio desnudo, cobrizo o chaká, es una especie nativa del una amplia zona que se extiende desde el sur de América del Norte (Península de La Florida) hasta las regiones tropicales de la América Meridional, y que se cultiva como árbol protagonista en espacios verdes y en especial para ornamentar aceras.
Se trata de un árbol de crecimiento rápido, tardando tan sólo un año y medio en pasar de una semilla a un espécimen de 2,5 metros de altura, siendo capaz de alcanzar los 25 metros cuando llega a la etapa de madurez, siendo en ocasiones más anchos que altos.
El tronco del jiote tiende a dividirse en varias ramas cerca del suelo, y las mismas crecen siguiendo un patrón curvado y contorsionado que termina dándole a la planta una forma abierta y particularmente atractiva. Su corteza, de color gris pardusco, se descama para dejar al descubierto una capa inferior de un rojo intenso, lo que aumenta su atractivo visual.
Las hojas de este árbol se encuentran dispuestas en espiral y pinnadas con 7-11 hojuelas, cada una de ellas ancha ovalada, de 4 a 10 centímetros de largo por 2 a 5 centímetros de ancho.
El jiote produce algunos frutos durante todo el año, pero la temporada principal de fructificación es en primavera. La fruta consiste una cápsula pequeña con tres valvas que encierra una sola semilla que está cubierta por una cobertura carnosa de color rojo, rica en lípidos y de 5 milímetros de diámetro.
En las regiones tropicales, este árbol se comporta como una especie de hoja caduca, mientras que en otras regiones se da el caso de que pierde sus hojas casi al mismo tiempo que brotan otras, por lo que puede mantenerse verde durante la mayor parte del año.
El cultivo del jiote presenta varias ventajas, debido principalmente a su rápido crecimiento, facilidad y bajo costo de propagación, sus pocas necesidades de mantenimiento, su tolerancia a la sequía y su adaptación a suelos salinos y calcáreos.
Jiote (Bursera simaruba): Propagación por esquejes
Esta especie se multiplica sin inconvenientes a partir de esquejes que pueden medir de 1,5 a 3 metros de largo y de 5 a 20 centímetros de diámetro. Para hacer los recortes se recomienda usar una sierra para las ramas de mayor de diámetro o tijeras de poda para los gajos más delgados.
Para la plantación de esos cortes, se debe excavar un hoyo de 30 a 45 centímetros de profundidad en un suelo con buen drenaje. A continuación, se coloca el extremo inferior del esqueje lo suficientemente profundo como para que permanezca en posición vertical mientras desarrolle las raíces. Por último se rellena el espacio alrededor del gajo y se apisona la tierra con firmeza.
Durante esta etapa inicial de desarrollo del nuevo jiote es importante mantener un riego frecuente, haciendo que el agua llegue tanto a la estaca como al suelo, pero evitando los encharcamientos. Una buena medida de hidratación sería esperar a que los 5 centímetros superiores del sustrato se sequen entre cada aplicación.
