Col ornamental (Brassica oleracea Var. acephala): Cultivo, riego y cuidados

Si bien la mayoría de las variedades de coles (Brassica oleracea) son conocidas por su cultivo con fines culinarios, existen algunos cultivares que se producen con fines netamente ornamentales, gracias a los vistosos colores y formas de sus hojas.

Este es el caso del grupo acephala, una variedad taxonómica que reúne a plantas anuales monocárpicas que suelen tener una altura de 30 centímetros de alto por un diámetro similar, y que están constituidas por hojas medianas y rizadas con colores morados, rojizos, blancos o azulados.

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Col ornamental «Nagoya White»

Por lo general, las coles ornamentales se caracterizan por el hecho de que las hojas verde claro o azul-verde iniciales forman una roseta baja, ya medida que la temperatura ambiente se enfría, el follaje desarrolla tonos blancos, amarillos, rojos violáceos y rosa-rojo, concentrados sobre todo en las nuevas hojas del centro.

Esta característica es la que las convierte en un cultivo más adecuado para la jardinería que para la huerta, aunque siguen siendo comestibles, si bien su sabor es algo más amargo que las variedades más conocidas.

Las labores propias del cultivo de las coles ornamentales no se diferencian mucho de las que demandan los demás miembros de la especie.

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Al igual que sus parientes de huerta, su plantación tiene lugar a fines de verano o a comienzos del otoño para poder disfrutar de su colorido aspecto durante el invierno, aunque existen cultivares que pueden establecerse a lo largo de todo el año.

Un detalle interesante es que las coles ornamentales tienen una alta resistencia a las bajas temperaturas, incluso la exposición a las heladas ayuda considerablemente a disminuir la concentración en clorofila en las hojas inferiores y a potenciar los demás colores de las hojas presentes en el centro de la roseta.

En cuanto a sus requerimientos de suelo, estas variedades demandan un alto contenido de materia orgánica, una buena capacidad de retención de humedad y un buen drenaje que evite los encharcamientos.

Una manera de conservar un suelo húmedo pero no saturado de agua es aplicar riegos menos copiosos pero más frecuentes, o recurrir al mulching para mejorar equilibradamente el contenido de humedad del sustrato. Debido a que las coles ornamentales exigen muchos nutrientes, es conveniente tener preparado el suelo con un compost de calidad antes de proceder a su trasplante definitivo.

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Si se quiere obtener una col ornamental de porte bajo, la técnica más usada consiste en realizar la siembra directa en un marco de plantación ligeramente estrecho, unos 20 centímetros de ancho por 20 centímetros de largo entre plantas, para que el resultado estético final sea mucho más vistoso.

Transformar coles ornamentales en «flores»

Otra manera de darle un aspecto estético diferente a estas variedades es convertirlas en «flores». Para ello se las cultiva inicialmente en semillero y se eliminan las hojas verdes inferiores después del trasplante, logrando de este modo un tallo más alto y limpio, coronado por una falsa flor compuesta por las hojas rizadas superiores.

Foto: Magnus Manske

En jardinería, las coles ornamentales pueden cultivarse como plantas de cama, en contenedores, o para formar bordes, siendo compañeras ideales de asters y pensamientos en el jardín de otoño, o de violas y bulbos primaverales a finales del invierno y durante la primavera.

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Ruben
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