Los fardos, balas o pacas de paja pueden ser de gran utilidad para instalar un jardín o un huerto en aquellos lugares en los que no se dispone de espacios con tierra o, si los hay, los mismos son sólo una mezcla de escombros de construcción con un poco de arena y piedras, constituyendo un sustrato muy pobre para el cultivo de plantas.
Según los defensores de esta técnica, cualquier persona, incluso aquella que debe enfrentar las peores condiciones de suelo, puede hacer crecer un jardín o una huerta altamente productivos sin que demanden mucho trabajo.
Asimismo, dadas las dimensiones comunes de los fardos de paja, las plantas se ubican a una altura más accesible para aquellos aficionados que tengan dificultades físicas para agacharse al realizar las tareas habituales de remover la tierra, cavar para plantar, o cosechar los cultivos.
Otra ventaja que se atribuye al uso de estas pacas es que las hebras que las componen poseen una alta capacidad de absorción y retención de la humedad, lo que ayuda a reducir la frecuencia de riego, con el consiguiente ahorro de agua.
Asimismo, dado que el material contenido en los fardos va descomponiéndose lentamente, proporciona un medio orgánico rico para el crecimiento vegetal.
Se pueden montar distintas configuraciones de jardines o huertos usando los fardos de paja. Una forma sencilla para iniciarse en esta técnica es colocar una sola paca en un macetón o contenedor, aunque la mayoría prefiere armar directamente una cama de cultivo, empleando para ello al menos cuatro bloques para conformar una plataforma de base cuadrada. Para asegurar que la misma no se deforme con el paso del tiempo se recomienda amarrar los laterales de las balas con alambres paralelos al suelo.
La mejor época para preparar el jardín o huerto de fardos de paja es durante el invierno, ya que se necesita que la cama sea sometida a una preparación previa para que esté lista para recibir cultivos a partir de la primavera.
Para eso, una vez armada la base de paja, se la somete a un riego profundo dos semanas antes de que se inicie la siembra, tratando de que sus partes se mantengan bien húmedas por 10 días. Esto ayuda a que el interior de los fardos comience a descomponerse, convirtiéndose en un sustrato más rico para acoger las semillas que se sembrarán en él.
Para verificar si ese proceso de descomposición se está produciendo, se puede apoyar la mano en las pacas para detectar si las mismas desprenden calor.
Durante ese mismo período se pueden fertilizar los fardos de paja, colocando durante los primeros seis días tres tazas de fertilizante orgánico por bala cada dos días, y se sigue regando para ayudar al fertilizante a penetrar mejor e impregnar completamente la paja.
Los días siete y nueve se puede aplicar una taza y media de abono orgánico por día, y al día diez se puede aportar fósforo y potasio.
Jardines y huertos de fardos de paja: Siembra o trasplante
Si se planea sembrar semillas, el siguiente paso en la preparación del jardín o huerto con fardos de paja consiste en agregar una delgada capa de tierra para macetas (8 milímetros son suficientes). Si se proyecta colocar plántulas criadas en semillero, se debe hacer un agujero en el fardo, separando la paja con la ayuda de una pequeña pala, agregando en el mismo un poco de tierra antes de trasplantar.
Para asegurar el éxito del proyecto, es importante que los fardos de paja no se sequen en ningún momento. Asimismo, se debe fertilizar una vez por semana, para permitir que las plantas reciban una cantidad de nutrientes similar a la que tomarían si estuvieran enterradas directamente en el suelo.
