Arvejilla (Lathyrus odoratus): Cultivo, riego y cuidados

Originaria de Sicilia, la arvejilla (Lathyrus odoratus), también conocida como guisante de olor, es una especie que se aprovecha con fines ornamentales gracias a sus generosas flores que crecen en muchos colores preciosos y que son adecuadas para borduras, jardines arbolados o para decorar enrejados y arcos.

Se trata de una una planta anual trepadora que puede crecer hasta una altura de 1 a  2 metros si cuenta con un buen apoyo. Las hojas son pinnadas con dos hojuelas y un zarcillo terminal que se enrosca alrededor de las plantas y de las estructuras de soporte, ayudando al espécimen a trepar. En la planta silvestre de esta especie las flores son de color púrpura, de 2 a 3,5 centímetros de ancho y suelen ser más grandes y de colores variados en los distintos cultivares que derivan de aquella.

La arvejilla se ha cultivado en jardines y parques desde el siglo XVII y existe un gran número de cultivares que se comercializan. Se cultiva principalmente para aprovechar el aporte ornamental de sus flores, que por lo general se presentan en tonos pasteles de azul, tosa, púrpura y blanco, y por su aroma particularmente intenso pero frágil.

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Las semillas de esta planta son grandes y tienen forma de guisante. En zonas donde predominan temperaturas muy bajas se siembran en cajoneras frías en primavera u otoño. Para favorecer la germinación se recomienda someter los granos a un remojo previo o a su astillado con una cuchilla afilada. En zonas templadas no hace falta remojarlos.

Las plántulas se pueden aclimatar durante al menos una semana, y luego se pueden plantar en el jardín, tan pronto como el suelo se pueda trabajar. En aquellas regiones climáticas con inviernos suaves, estas trepadoras pueden plantarse a finales de otoño para que puedan desarrollarse y florecer a finales del invierno y principios de primavera.

Las arvejillas pueden crecer y desarrollarse mejor si se encuentran expuestas a pleno sol y sus raíces profundas se hallan en un suelo arcilloso, alcalino, fresco y húmedo pero con un buen drenaje. Si el sustrato tiende a ser muy ácido, puede espolvorearse un poco de cal en polvo sobre la superficie.

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El suelo puede prepararse mezclando tierra con cantidades generosas de compost y estiércol bien descompuesto a una profundidad de 60 centímetros, aproximadamente.

Antes de la siembra, es conveniente cavar una zanja de unos 10 centímetros de profundidad. A continuación, se realizan agujeros con un lápiz para luego verter las semillas. Finalmente se presiona la tierra hasta que se vea bien firme y no queden bolsas de aire.

Arvejilla (Lathyrus odoratus): Germinación y riego

La germinación puede tomar de 7 a 15 días, dependiendo de la temperatura del suelo. A medida que las plántulas emergen y crecen, se debe ir llenando gradualmente la zanja con tierra. Si se pone un dedo en el lecho del suelo y se verifica que el mismo está seco, se debe regar a nivel del suelo y por la mañana.

Cuando las plantas de arvejilla ya estén establecidas, se puede aplicar una capa de mantillo para mantener el suelo fresco y húmedo.

Ruben
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