Las plantas que crecen en superficies verticales son un recurso muy valiosos a la hora de cubrir de verde las cercas y paredes. Algunas especies necesitan algún tipo de apoyo, como mallas o enrejados, en el cual enredarse y poder subir. Otras, como la hiedra, pueden adherirse a la pared directamente por lo que no necesitan ninguna ayuda física.
El primer paso para cultivar una trepadora consiste, obviamente, en elegir la planta. Para ello debe tenerse en cuenta que la misma deberá tener el tamaño adecuado para el espacio que se necesita cubrir, tanto en alto como en ancho. Por eso es importante consultar con el viverista para interiorizarse sobre cuál especie o variedad es la más indicada, además de averiguar sus necesidades de iluminación, riego y otros cuidados necesarios para un buen crecimiento.
Una vez definida la especie a plantar, se deberá comprar un ejemplar fuerte, con una gran cantidad de brotes en la base y raíces que lleguen hasta el borde de la maceta o contenedor. Antes de plantar, conviene aplicarle un riego generoso.
Lo ideal sería, antes de empezar con el cultivo propiamente dicho, asegurarse de que la pared sobre la que crecerá la trepadora cuenta con algún tipo de soporte que ayude a mantenerla en su lugar y le permita ascender. Un enrejado, una malla, o tramos de alambre fijados con ganchos al muro son bienvenidos, sobre todo si la planta necesita enredarse en esas estructuras para trepar.
Se comienza excavando un agujero a 30 o 50 centímetros de la pared. Este hoyo deberá ser mucho más ancho, pero solo un poco más profundo que la olla que contiene la planta. Si es necesario, se rompe el suelo duro con la ayuda de una pala.
A continuación, se extrae con cuidado la planta de su recipiente, el que puede usarse para comprobar la profundidad del agujero en la tierra, cuidando de que coincida el borde con el nivel del suelo. Luego se desentrañan las raíces y se planta la trepadora en el mismo nivel como estaba en la maceta original.
Plantación de una trepadora: Pasos finales
Una vez ubicado el espécimen en su sitio definitivo, se vuelve a llenar el agujero alrededor de la planta agregándole algún tipo de abono orgánico, como estiércol, mantillo, compost, humus de lombriz, guano o cualquier otro fertilizante de origen animal o vegetal.
Seguidamente, se apisona firmemente el suelo del relleno alrededor del cepellón usando el talón, para luego regar a fondo para que toda la tierra que rodea la planta quede bien húmeda. Por último, se procede a atar los brotes de la trepadora a las guías de la estructura de apoyo. Se recomienda mantener un control regular de la planta y a medida que crece, guiar o amarrar los brotes dispersos al soporte, sobre todo en el caso de aquellas especies que carecen de órganos trepadores.
No me ha gustado el articulo, pues lo he visto muy superficial. Yo tengo en un macetero de 80Kg de tierra, plantados: 1 pasiflora, 1 boina de Vasco, 1jazmin blanco y 1 jazmin azul. He tenido que dividir en dos partes el macetero y aislar los jazminez, pues he ido descubriendo como la pasiflora se ha «comido» todas las plantas que habia plantado: kalanchoes, Crossandra fortuna, amarilis, ruda, …Y, asi, una detras de otra sin saber porque antes de un mes de haber transpalantado alli se iban muriendo. Creo que deben informar mejor sobre necesidades del enraizamiento de las especies trepadoras, y sus cuidados y tratamientos segun «especie»; porque si estan en suelo, vale; pero si estan en maceteros como la tengo Yo, me hubiera gustado haber podido decidir si queria tener la Pasiflora o no. Gracias.