Nuestro Jardín puede ser invadido por diversos agentes exteriores nocivos para los cultivos. Para realizar un adecuado control de plagas, se pueden utilizar dos agentes insecticidas: de contacto y sistemáticos.
De contacto: se pulverizan sobre la planta y cuando el insecto llega a comer muere. Tiene efecto por contacto, ingestión e inhalación.
Sistemáticos: penetran por el follaje o bien al regarlos la raíz los absorbe y al comer la savia envenenada, el mismo insecto muere.
El tratamiento se debe aplicar según que tipo de insecto o patología presente el vegetal, se dividen en Masticadores: hormigas, abejas cortadoras, distintos tipos de orugas, larvas o gusanos, langostas, cascarudos y vaquitas (cortan hojas, tallos y flores) y Picadores: succionan la savia de las plantas provocando deformaciones de hojas, flores y frutos. Estos provocan la formación de hongos de color negro conocidos con el nombre de fumaginas.
Para masticadores
Productos de origen natural:
Son seguros para el ser humano por que no contienen toxicidad.
Bacillus Thuringiensis var. Kurstaki : Combate orugas de mariposas y polillas.
Tierra de Diatomeas: Actúa por contacto, mata los insectos sin dañar el medio ambiente.
Productos químicos: accionan por contacto e ingestión. Entre los tradicionales se encuentran el Carbalary, Cipermetrina, Clorpirifos y Deltametrina. Entre los más modernos se encuentran: Sulfluramida y Fipronil.
Para picadores
Productos naturales:
Para pulgones, cochinillas, chinches, etc.: Clorpirifos, Dimetoato y Mercaptotion
Productos orgánicos: Para Arácnidos, productos terapéuticos específicos: Dicofol, Azociclotin, Piridaben y Abamectin entre otros.