La falsa acacia rosada (Robinia hispida) es una especie perteneciente a la familia de las Fabaceae y originaria del sudeste de los EE.UU., aunque se ha difundido con éxito a otros países, donde sus ejemplares son cultivadas como árboles ornamentales en parques, grandes jardines y calles.
Se trata de un árbol o arbusto de hoja caduca, capaz de crecer hasta los 25 metros de altura en un lapso de 25 años y entre 1 y 1,5 metros de diámetro de tronco, que está protegido por una espesa corteza negruzca profundamente fisurada.
La falsa acacia rosada posee hojas compuestas de 8 a 12 foliolos ovales acabadas en mucrón (punta corta terminal de las hojas) de color verde claro, con peciolo y raquis con 5 costillas agudas, tienen 10 a 25 centímetros de largo y penden de tallos arqueados y cubiertos de densas cerdas de color marrón.
Esa composición crea el escenario de fondo ideal para las atractivas y fragantes flores de color rosa, con cáliz acampanado, giboso, peludo con 5 dientes. Hacen su aparición a mediados y finales de primavera, colgando en racimos de 8 a 20 centímetros de largo, de aspecto similar a las de las wisterias.
Durante la temporada otoñal, tras la floración, la falsa acacia rosada produce vainas muy comprimidas de 8 a 10 centímetros de largo por 1 a 1,5 centímetros de ancho, de color canela y con una decena de semillas de contorno arriñonado, de color naranja oscuro con manchas irregulares negruzcas. Estas legumbres maduran a finales de otoño y permanecerán en el árbol hasta la primavera siguiente.
Uno de los usos más difundidos de este pequeño árbol es el ornamental, destinándose principalmente como elemento decorativo, ya sea como ejemplar solitario o como parte de alineaciones.
Falsa acacia rosada (Robinia hispida): Condiciones de cultivo
La falsa acacia rosada puede crecer y desarrollarse sin inconvenientes en cualquier suelo rico de jardín, adaptándose sin problemas a condiciones secas en pleno sol o sombra parcial, siempre y cuando se encuentre al abrigo de los vientos fuertes . Las condiciones óptimas, sin embargo, requieren un lugar donde reciba una buena luz natural, por eso suele recomendarse su ubicación contra una pared soleada, en un sustrato húmedo pero bien drenado.
Otra ventaja importante que ofrece esta especie es su fácil adaptación a climas suaves y fríos, a lo que se suma su capacidad para resistir heladas fuertes.
La multiplicación de la falsa acacia rosada puede hacerse mediante el uso de semillas en otoño o esquejes de madera dura en primavera. También se recurre al injerto en un pie de un ejemplar de la especie para obtener un pequeño árbol más vigoroso y resistente.