Reconocido como uno de los árboles de Navidad más populares en los EE.UU. , el abeto Fraser (Abies fraseri) es un pequeño árbol originario de las Montañas Apalaches muy apreciado por su fragancia suave, su forma, sus ramas fuertes y la capacidad de conservar sus suaves agujas de color verde-azul oscuro por más tiempo que otras especies.
Se trata de un abeto de forma piramidal uniforme que alcanza una altura máxima de 25 metros y un diámetro aproximado de 45 centímetros. Sus ramas se vuelven ligeramente hacia arriba, dándole al árbol un aspecto más compacto.
Las hojas o agujas son aplanadas, de color verde oscuro con una ranura medial en el lado superior y dos bandas anchas de color blanco plateado en la superficie inferior. Estas bandas se componen de varias filas de poros. Cada aguja tiene un largo que va de 1 a 2,5 centímetros y tiene una amplia base circular. En ramas inferiores, las hojas se producen en dos filas opuestas, y en ramitas superiores, las hojas tienden a curvarse hacia arriba, en forma de «U».
El Abies fraseri es una especie monoica, es decir que tanto las flores masculinas y femeninas se producen en el mismo árbol. Las flores hacen su aparición durante la primavera dependiendo de la elevación y otras condiciones ambientales. En los ejemplares maduros, los conos o piñas que produce este abeto son de unos 6 centímetros de longitud y al principio se presentan en color púrpura oscuro, con el paso del tiempo terminan adquiriendo una tonalidad parduzca clara. Estos frutos suelen desintegrarse a los cuatro o seis meses, dejando libres las semillas aladas que estaban en su interior.
La corteza del abeto Fraser es generalmente gris o gris-marrón, delgada y lisa con numerosas ampollas de resina en los ejemplares más jóvenes. A medida que los árboles crecen, la corteza tiende a convertirse en escamas, similares a papel fino.
La mayor parte del cultivo humano de esta especie se realiza a partir de semillas, pero también puede reproducirse a partir de esquejes e injertos.
Condiciones de cultivo del abeto Fraser (Abies fraseri)
A pesar de que el abeto Fraser es tolerante a la sombra, su crecimiento y desarrollo se verán favorecidos si se lo ubica en un lugar con mucha luz del sol durante la mayor parte del día y en un suelo rico y húmedo. Puede prosperar en sustratos rocosos a arenosos, debiendo evitarse los medios arcillosos. Debido a que el clima nativo de este árbol es frío, con niebla y temperaturas veraniegas máximas de 18 a 21° C, le cuesta adaptarse y sobrevivir en regiones con mucho calor y humedad durante la temporada estival.
En cuanto a sus necesidades de riego, nunca debe permitirse que el suelo alrededor del árbol se seque. Las malezas compiten con el árbol por la humedad y los nutrientes, por lo que conviene quitarlas completamente de la zona que rodea la raíz. Una gruesa capa de mantillo puede ser de gran ayuda para mantener el suelo húmedo y prevenir la aparición de malezas.
