La pithaya (Hylocereus undatus) es una planta de la familia de las cactáceas que es cultivada tanto por aquellas personas que desean aprovechar su atractivo ornamental de cactus trepador, como por quienes gustan de sus exquisitos frutos exóticos.
Señalada como originaria del continente americano, esta especie crece principalmente en el Caribe y regiones cálidas y húmedas de Sudamérica. También pueden hallarse variedades de pithaya en Asia y Oceanía.
La pithaya es una planta perenne y epífita de crecimiento rápido y hábito rastrero y trepador que se ramifica profusamente. Sus carnosos tallos alcanzan entre 4,5 y 6 metros de longitud, de color verde oscuro y presentan una forma triangular de tres, cuatro o cinco caras. Se encuentran articulados por secciones o segmentos rectos, cada uno de los cuales puede medir hasta 1,20 metros de largo.
Los tallos adultos suelen presentar hasta tres pequeñas espinas cónicas oscuras. Las flores, que hacen su aparición a fines de la primavera o durante el verano, tienen unos 30 centímetros de largo. Su color es principalmente blanco, aunque algunos ejemplares pueden lucir una tonalidad crema, amarilla, e incluso rosada, dependiendo del cultivar. Son nocturnas (se abren de noche) y muy fragantes.
La pithaya es conocida por sus sabrosos frutos, que se desarrollan como bayas carnosas oblongas de unos 10 centímetros, cubiertas por una piel de color rojo (en las plantas de origen asiático) o amarillo (en las originarias del Caribe). Su pulpa puede ser blanca, roja o púrpura, y en todos los casos poseen un alto valor nutritivo.
Estos cactus trepadores crecen bien en climas tropicales y subtropicales, sobre todo en zonas libres de heladas, y pueden tolerar climas frescos o cálidos, siempre y cuando las temperaturas reinantes no excedan los 38°C.
Los ejemplares de esta especie pueden desarrollarse a media sombra o pleno sol, aunque esto último es más recomendable en las zonas de origen, donde las temperaturas ideales para su crecimiento fluctúan entre los 18 y 25°C. Para prevenir los años por quemaduras del sol se aconseja mantener las plantas en semisombra del 30 por ciento durante los primeros tres meses después de su plantación, sobre todo en lugares con baja humedad ambiente.
Para un mejor crecimiento, la pithaya necesita ser cultivada en sustratos sueltos y bien drenados, e incluso pueden tolerar condiciones de suelo salino.
Multiplicación de la pithaya por esquejes
La propagación de la Hylocereus undatus puede hacerse a partir de semillas o por esquejes, siendo este último el método considerado más sencillo y práctico. Para ello se utilizan segmentos de tallo enteros de unos 38 centímetros, que se recolectan haciendo un corte inclinado en la base de los mismos. A continuación, los esquejes se tratan con fungicida y se dejan cicatrizar durante una semana en un lugar seco y sombreado antes de proceder a su trasplante directo al jardín o a maceteros.
Para su siembra definitiva es aconsejable enterrar las estacas en agujeros de 60 centímetros de diámetro y profundidad que se rellenan con materia orgánica (humus) mezclada con tierra.
