En el hemisferio Sur, algunas de las especies florales más atractivas que se cultivan en los jardines pueden desarrollar durante otoño e invierno, favorecidas por las condiciones ambientales que suelen darse durante dichas épocas en estas latitudes. Por ello, conocer las características y necesidades de algunas de estas plantas puede resultar conveniente para mantener un jardín florido durante casi todo el año.
Primulas
Las primulas pertenecen a la familia de las Primuláceas, integrada por más de 300 especies, casi todas ellas originarias de regiones templado-frías y cálidas del mundo. Las especies más cultivadas en jardinería son la Primula polyantha, Primula obconica y la Primula malacoides y sus cultivares derivados, y esto se debe a que las mismas ofrecen flores más abundantes, bellas y persistentes.
Por lo general, las primulas se cultivan en almácigo en primavera y verano, para luego ser trasplantadas durante el otoño. Las semillas deben sembrarse inmediatamente después de su recolección y germinan aproximadamente a los 16 días, cuando la temperatura ambiente oscila entre los 20 y 30 grados centigrados.
Los ejemplares de estas especies se desarrollan preferentemente en ambientes semisombríos y frescos (no soportan el sol directo durante el mediodía), y necesitan suelos fértiles, húmedos y bien drenados.
Pensamientos
Conocida también como Viola tricolor, se trata de una planta perenne que puede alcanzar hasta 20 centímetros de altura. Se reproduce por semillas y en algunas zonas se comporta como bianual, desarrollándose durante el primer año, para luego florecer en el segundo.
La siembra del pensamiento se hace en primavera para que su etapa de desarrollo no se vea afectada por las bajas temperaturas, y la germinación se produce a las dos o tres semanas, siempre y cuando la temperatura ambiente se encuentre entre los 12 y 32 grados centigrados.
Una planta de pensamiento ofrece hermosas flores con tres colores en sus pétalos, y éstas deben retirarse de inmediato cuando se marchitan, con el fin de estimular la aparición de nuevas flores. Con esto se logrará ampliar la floración hasta bien avanzada la primavera.
Crisantemos
A pesar de que se trata de un género de planta perenne que incluye a más de 200 especies, son muy pocos los crisantemos que se cultivan, siendo su variedad más utilizada en jardinería la morifolium, que se caracteriza por sus flores de varios colores, aunque predominan variaciones de amarillo y púrpura.
Para crecer, una planta de crisantemo necesita de suelo fértil y con exposición a pleno sol. Su reproducción puede hacerse por semilla, gajos o división de matas. Si se opta por la propagación por gajos, los mismos deben tomarse del extremo terminal de las ramas a principios de la primavera, época en la que también pueden dividirse las matas.
buenísimo todo¡¡¡¡ felicitaciones¡¡¡
FELICITACIONES POR DICHAS PUBLICACIONES ME PARECE MUY BIEN QUE ATREVES DICHO MEDIO NOS HAGAN CONOCER , QUISIERA ME HAGAN LLEGAR MAS TEMAS RELACIONADOS A JARDINERIA Y FLORICULTURA, MUCHAS GRACIAS………….