Dafne (Daphne odora): Cultivo, riego y cuidados

Nativa de China y Japón, la dafne (Daphne odora) es una especie de planta leñosa perteneciente a la familia Thymelaeaceae que se cultiva en jardinería no tanto por su valor ornamental, sino más bien por el intenso perfume con toques de rosa y cítrico que se desprende de sus flores, que por lo general aparecen en invierno, pero que en algunas zonas pueden hacerse presentes también en primavera.

Se trata de un arbusto de hoja perenne de crecimiento algo lento y se desarrolla mejor en aquellas regiones en los que imperan climas fríos a templados. Posee un follaje verde oscuro brillante, constituido por hojas correosas, estrechas, lanceoladas y  acabadas en punta.

Ese tono de verde contrasta agradablemente con los apretados racimos de las muy fragantes flores carnosas, tubulares, constituida cada una por cuatro lóbulos extendidos y de color rosa pálido. Éstas dan paso luego a unas bayas de color rojo brillante, las que se recomienda quitar cuanto antes en caso de que haya niños, ya que las mismas pueden ser venenosas.

MIRA TAMBIEN  Cuidados de las Dalias: riego, suelo, enfermedades y plagas

En cuanto a sus condiciones de cultivo, la dafne (Daphne odora) es una planta a la que no le gusta que sus raíces se vean perturbadas en su crecimiento, por lo que es importante no instalar nada en torno a la base de cada espécimen.

Esta especie es muy agradecida si se encuentra en un suelo rico, húmedo y bien drenado, en un lugar que reciba sol de la mañana, sombra parcial o sol de invierno durante todo el día, y cuente con protección contra los vientos fuertes.

La plantación de la dafne debe hacerse con cuidado, asegurándose de no dañar las raíces cuando se retire la planta de la maceta y evitando su separación antes de la siembra. Si el suelo es pesado o tiene subsuelo arcilloso, es mejor plantarla en un montículo elevado.

MIRA TAMBIEN  Todo sobre las Glicinas (I): Características, clima, suelo, riego

Dafne (Daphne odora): Riego y fertilización

El riego de estos arbusto debe ser regular, comprobando siempre el nivel de humedad en el suelo con el dedo a fin de evitar los excesos de agua. Una mínima reducción en la dosis de agua durante el verano puede estimular una floración más abundante. Esta planta puede tolerar cortos períodos de sequía.

Se puede alimentar a la dafne con un fertilizante de liberación lenta suministrado a principios de la primavera, y rociar con un fertilizante foliar suave cada dos semanas durante la temporada de crecimiento de la planta. Los ejemplares cultivados en macetas necesitan más fertilización que aquellos plantados directamente en la tierra del jardín.

Para mantener las raíces frescas, se puede cubrir el suelo alrededor de las plantas con mantillo conformado por material orgánico bien descompuesto. El acolchado debe mantenerse lejos de los tallos para evitar el peligro de la pudrición.

Ruben
Ruben