La ceniza de madera, gracias a su riqueza en minerales y oligoelementos, es considerada desde hace mucho tiempo como uno de los mejores abonos ecológicos que ayudan al sano crecimiento de las diferentes especies cultivadas en jardines y macetas, además de servir como un excelente y económico método para prevenir la aparición de plagas y enfermedades en las plantas.
Primeramente, se cabe aclarar que, para su aplicación en el campo de la jardinería, la ceniza debe provenir de la combustión completa de leña o madera seca, pero nunca de tablas de aglomerado o pintadas porque todos ellos contienen residuos plásticos u otros materiales tóxicos que pueden terminar contaminando el suelo y afectando la salud de las plantas.
La ceniza para abono también puede obtenerse de la quema de restos de poda (ramas, hojas, frutas y verduras secas).
Existen distintos métodos de aplicación de la ceniza de madera para fertilizar el suelo, y uno de los más comunes consiste en espolvorearla sobre la base de las plantas en una proporción de medio kilogramo de ceniza por metro cuadrado de tierra, y luego remover y regar la tierra para asegurar una mejor nutrición de la planta.
Cuando se trata de incorporar este abono natural al césped, es aconsejable colocar una palada de cenizas cada 5 metros cuadrados de pasto.
También se acostumbra mezclar las cenizas de madera con compost, para evitar que el viento o una lluvia fuerte las arrastren y dispersen, tornando inútil todo el trabajo realizado.
También debe tenerse cuidado de no caer en el exceso de recubrir toda la superficie del jardín, porque eso sólo afectará la normal respiración de las plantas. El uso desmedido de la ceniza de madera también puede alterar el pH del suelo, aumentando su nivel de acidez, lo que puede repercutir en el desarrollo de algunas especies.
Ahora bien, en los medios urbanos se hace cada vez más difícil acceder a una chimenea, asador o incinerador en el cual se pueda recolectar esta clase de cenizas. Sin embargo, existen en comercios especializados diferentes ofertas de fertilizantes orgánicos cuyo principal ingrediente es, precisamente, la ceniza de maderas de distintas especies de árboles.
Respecto de su empleo para controlar plagas como caracoles, babosas y gusanos, se suele formar barreras de ceniza alrededor de las partes inferiores de las plantas que son propensas a sufrir el ataque de estos pequeños invertebrados.
Las cenizas de madera también resultan útiles para combatir la presencia de algunas especies de hongos que suelen alojarse en la parte inferior de las hojas. En ese caso, la ceniza se aplica directamente en polvo o disuelta en agua sobre la parte superior e inferior de las hojas.