El césped artificial ha logrado constituirse en un buen reemplazante del natural, gracias a su sostenibilidad, versatilidad y sobre todo por ser fácil de limpiar y mantener. Sin embargo, siempre será necesario tener en cuenta algunas recomendaciones si se desea que dicho producto mantenga su color y volumen durante mucho tiempo y a pesar de la exposición a los elementos.
La gramilla de origen sintético se caracteriza por no necesitar de la luz solar para crecer y mantenerse sano, no requiere riego (con el consiguiente ahorro en el consumo del agua), se mantiene verde durante todo el año sin importar el clima reinante, y puede adaptarse a cualquier tipo de suelo.
Obviamente, todas estas virtudes son mayores cuando el material seleccionado reúne buenas condiciones de calidad que también inciden en su duración y resistencia. Por eso al momento de comprar una cobertura de césped artificial es recomendable elegir aquél que sea resistente a los rayos UV, lo que evita que sufra daños por la exposición permanente a la luz del sol.
Otro factor que opaca el brillo y color originales es la suciedad originada por el polvo, la basura orgánica (restos de plantas, excrementos y pelos de animales, etc.) que se posan en la superficie, o líquidos derramados que forman manchas en la superficie.
Debido a que el césped sintético se encuentra instalado en el exterior, la tierra y el polvo que se depositan sobre y entre los filamentos son el problema de limpieza más común que plantea su uso. Para solucionarlo, se recomienda pasar un cepillo o un rastrillo plástico con frecuencia, lo que ayudará a remover la suciedad y al mismo tiempo permitirá que las fibras del césped regresen a su posición original.
Para completar el trabajo, se puede echar agua con una manguera para remover completamente las partículas que pudieran haber quedado entre los hilos del césped.
Las hojas secas y otros restos de plantas también forman parte de la suciedad que puede quedar en la gramilla artificial. Para retirarlos, se debe humedecer el cepillo o el rastrillo para facilitar su recolección sin estropear la superficie.
Para limpiar el césped sintético de los excrementos de las mascotas, se los recoge y luego se echa agua para asegurarse de que no queden rastros de los mismos entre las fibras.
Para una limpieza más profunda o cuando la suciedad no puede quitarse con los métodos anteriores, se puede limpiar la zona echando sobre la zona una mezcla de vinagre blanco y agua para luego enjuagar con agua sola.
Cuando se derramen líquidos sobre la superficie, es recomendable lavar inmediatamente con agua y jabón para evitar que la mancha se solidifique o acople a las fibras del césped sintético.
Mantenimiento del césped artificial: Tareas más comunes
Para que la gramilla sintética conserve su volumen y aspecto original, es bueno cepillar a contrapelo toda la superficie una vez al mes, lo que ayuda a que las hebras recuperen su posición, además de retirar la basura orgánica y al mismo tiempo redistribuir la arena de sílice que sirve como aislante y lastre del césped.
También es conveniente regar mensualmente, no sólo para mantener la limpieza, sino también para devolverle su color y para bajar la temperatura de la superficie, sobre todo durante las épocas más cálidas del año.
ME GUSTO ESTE ARTICULO, PRACTICO . VOY A COLOCAR CESPED SINTETICO EN UN LUGAR DE MI PATIO QUE ESTA SEMI CERRADO.