En la realización de un bonsái, el alambrado es una técnica esencial para dar forma y estilo típico a estos arbolitos. Permite doblar y colocar las ramas en el sitio que uno quiera para conseguir el aspecto final deseado.
Se emplea alambre de cobre de diferente calibre según el grosor de la rama, y es un proceso que da frutos a los meses, ya que toma tiempo antes de que las ramas adopten la nueva forma y se mantengan en su sitio.
Veamos más en detalle de que se trata la técnica del alambrado del bonsái…
El alambrado de un bonsái
El alambrado de las ramas de un bonsái se puede hacer todo el año en la mayoría de los casos, pero siempre hay que tener en cuenta la especie con la que estamos trabajando.
Por ejemplo, las torsiones grandes conviene hacerlas cuando el árbol está en época de reposo, que es en invierno.
Los brotes nuevos pueden alambrarse cuando crecen (en verano), pero siempre procurando que el alambre no corte la corteza ya que crecen con extrema rapidez en esta época del año.
Materiales necesarios
Se requiere de alambre, el cual puede ser de aluminio anodizado o de cobre recocido. El primero es más fácil de trabajar y se consigue en casi todos lados, ambos vienen en diferentes calibres que van de 1 a 8 mm.
Para comenzar conviene contar con alambres de 1 mm, 1,5 mm, 2,5 mm y 4 mm de grosor. También es importante disponer de un poco de rafia, ya que se necesita en caso del alambrado de ramas grandes para protegerlas.
La técnica
El grosor del alambre elegido tiene que ser de 1/3 del grosor de la rama, esto asegura que pueda mantener la forma y sostener la rama en la posición deseada.
Lo primero es alambrar todas las ramas que se quiere dar forma antes de doblarlas. Hay que tratar de alambrar dos ramas de igual calibre (alambrado doble) cercanas una con la otra con un mismo trozo de alambre y el resto por separado (alambrado simple).
En el caso del alambrado completo, siempre hay que comenzar desde el tronco hacia las ramas primarias y después las secundarias.
Alambrado doble
Quitar las ramitas que no sirvan para el diseño.
Elegir un par de ramas de igual grosor y cercanas, y siempre dar dos vueltas de alambre por el tronco al pasar de una rama a otra, esto evita que al modelarse una se mueva la compañera.
El alambre debe ser más larga que la longitud en línea recta que miden las ramas. Hay que comenzar enrollando alrededor del tronco y luego dar vueltas sobre una de las ramas para poder fijar el alambre.
Posteriormente se pasa a la otra rama desde la base de la misma hacia el final. El alambre tiene que quedar enrollado formando un ángulo de 45° con la rama, de esta forma se asegura la tensión necesaria para mantener la forma mientras las ramas crecen.
Para bajar una rama que sale del tronco, el alambre primero se enrolla sobre ella desde abajo, y en caso contrario tiene que comenzar por encima.
Muchas veces al bajar una rama es necesario utilizar un tensor, para ello se proteger la rama con algún material suave y se hace un gancho con un alambre grueso. El tensor se arma con alambre fino y va desde la maceta o de una raíz fuerte, hacia el gancho que se ha colocado en la rama a bajar.
Alambrado simple
Se comienza igual que con el doble, dando unas vueltas sobre tronco en un ángulo de 45°. En caso de usar muchos alambres en la misma zona del tronco, todos deben tener la misma dirección de giro y estar juntos.
Las ramas se alambran hasta la punta, y en caso de ser necesario ir variando el calibre del alambre usado.
Doblado de las ramas
Una vez concluido el alambrado se doblan las ramas y se las coloca en la postura deseada. Es crucial que en la parte exterior de la curva de la rama haya una vuelta de alambre, esto es para evitar que la misma se quiebre al hacer fuerza.
Una vez colocadas todas las ramas en su posición no hay que moverlas más para no dañarlas. Todas las ramas con zonas rectas deben doblarse en la medida de lo posible, esto las hará parecer más naturales.
Cuidados
Una vez que se alambro y modelo un bonsái hay que mantenerlo a la sombra un tiempo, y abonarlo con normalidad.
Siempre conviene ir chequeando el crecimiento de las ramas para evitar que los alambres se claven en la corteza, sobre todo en la época de primavera verano.
Para retirar los alambres hay que usar una tenaza o una herramienta cortante, de este modo es más fácil quitarlos sin producir lesiones a la planta.
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