Cómo hacer un herbario

Con el nombre de herbarios se identifica a los catálogos públicos o privados de plantas o partes de plantas disecadas debidamente identificadas y acompañadas de información relacionada con el sitio de colección, nombre común y usos, cuya finalidad va desde ayudar al trabajo de los investigadores en biología hasta cumplir fines didácticos o de pasatiempo para algunos amantes de las plantas.

Espécimen conservado en el herbario del New York Botanical Garden
Espécimen conservado en el herbario del New York Botanical Garden

Si bien en distintas partes del mundo hay catálogos que impresionan por la cantidad y diversidad de ejemplares que resguardan, existe la posibilidad de que prácticamente cualquier persona pueda armar su propio herbario en casa.

Para ello se necesitan muy pocos elementos (una herramienta de jardinería, bolsas plásticas, papel de periódico, cartulina blanca, pegamento, papel sulfito o satinado), además de un buen poder de observación y algo de paciencia.

El proceso de montar un herbario incluye los siguientes pasos:

1. Recolección de los ejemplares en el campo: Las plantas deben ser recogidas sanas y lo más completas posible; por ello se aconseja utilizar una azadilla para aflojar la tierra alrededor de las raíces para facilitar su extracción. Las plantas deben colocar en bolsas de plástico hasta su preparación para el secado, que no debe demorarse nunca más allá del día siguiente a la recogida, y mientras deben ser conservados en lugar fresco. Existen algunos especímenes que no pueden guardarse en plástico, como es el caso de los hongos, que deben ser colocados en cestos de mimbre.

En el momento de guardar una planta en la bolsa se puede anotar en ésta la mayor cantidad de datos sobre la misma (localidad, altitud, hábitat, fecha, color, flor y fruto, olor,  etc.); aunque algunas personas prefieren ir escribiendo toda esa información en un cuadernillo o libreta.

MIRA TAMBIEN  Helecho espada (Nephrolepis exaltata): Propagación a partir de esquejes

2. Secado: Consiste en la eliminación, mediante el prensado, de todo rastro de agua existente en la planta, para evitar que ésta entre en descomposición o resulte destruida por la acción de insectos, mohos, hongos, bacterias y otros agentes infectivos.

El proceso de deshidratación de los especímenes recolectados varía de acuerdo con su respectivo grupo vegetal. En el caso de las plantas vasculares, éstas se colocan en un pliego de papel de periódico o secante procurando que sus órganos tengan una disposición semejante a la que tenían en vivo y con una etiqueta identificatoria. Los dis­tintos pliegos se van poniendo unos sobre otros de forma ordenada, introduciendo en­tre ellos almohadi­llas secantes o va­rios papeles de pe­riódico que facili­ten la extracción de la humedad.

Cuando se ha formado una pila de dichos pliegos, se debe proceder a su prensado. Esto puede hacerse colocándolos entre dos planchas de madera que se aprietan por medio de dos ejes-tornillos con tuercas o por medio de unas correas. Quienes no dispongan de este tipo de prensa pueden colocar un libro pesado o ladrillos sobre la pila. El período de secado puede demandar hasta tres semanas, durante las cuales se aconseja cambiar las almohadillas secantes cada dos días.

Para los casos de ejemplares de briófitos (musgos y hepáticas) y líquenes también se utiliza el sistema de pliegos de papel, aunque no es necesario el prensado. Por otro lado, el secado de especímenes de hongos requiere el uso de una estufa de aire caliente o un desecador de frutas y verduras.

Para su inclusión en un herbario, las algas y plantas vasculares acuáticas se colocan en cubetas de hasta que adquiera su forma normal y luego se sumerge una hoja de papel blanco por debajo de la muestra y luego se levanta lentamente portando encima la planta, que se va extendiendo cuidadosamente con ayuda de un pincel. El folio blanco con la planta se coloca en un pliego de papel absorbente, y se la cubre con un trozo de tela fina, para evitar que la solapa del pliego se adhiera a ella. Posteriormente se forma una pila de pliegos de papel y secantes y se prensan.

MIRA TAMBIEN  Cómo combinar especies de plantas para combatir plagas en el jardín o la huerta

3.- Montaje y conservación: Una vez que se completó el secado, las muestras de planta se montan en cartulinas blancas de calidad de 23,5cm x 39cm, pegándolas con cinta adhesiva no plástica o pegamento especial. También puede adherirse un pequeño sobre en el que se colocarán las semillas, frutos o restos que pudieran haberse desprendido del espécimen. La muestra ya montada se guarda en un pliego doble de papel satinado.

herb_oviedo
Gráfico de montaje y conservación de las muestras- Fuente: Universidad de Oviedo

No hay que olvidar que en la esquina inferior derecha de la cartulina corresponde ubicar la etiqueta que contendrá toda la información relacionada con la muestra, que por lo menos debe incluir taxonomía; localidad donde se hizo la recolección (región, provincia, municipio, lugar o población más próxima, y coordenadas); hábitat (ca­racterísticas del sus­trato, tipo de suelo, altitud, orientación, comunidad vegetal donde se desarrolla el taxon y especies con las que convive); fecha de la recolección; nombre de la per­sona que llevó a cabo la recolección, que se indica precedido de la abreviatura  Leg. (=Legitimavit); nombre de la per­sona que ha determi­nado o identificado el taxon, precedido de la abreviatura  Det. (=Determinavit).

 

Recibe Gratis Nuestros Articulos!

Ruben
Ruben