Las Buganvillas, conocidas también como Santa Ritas, Trinitarias o Veraneras, designan a un género de arbustos trepadores de origen tropical que iluminan invernaderos y canteros con el color de sus hojas, brácteas y flores, y que tienen la habilidad de crecer en cualquier terreno.
Hay que aclarar que el principal componente ornamental de estas plantas no son sus muy pequeñas flores, sino las brácteas, que son los apéndices de varios colores (rosa, malva, carmín, rojo, amarillo, etc.) que rodean a la verdadera flor.
Las Buganvillas deben cultivarse en un lugar soleado brillante, pero protegido de la luz solar directa y donde se registre una temperatura mínima nocturna de 5 ° C. Como son muy buenas trepadoras, se pueden colocar pegadas a muros o vallas. También pueden plantarse en jardines abiertos para fomentar su crecimiento horizontal , pero siempre debe tenerse el cuidado de protegerlas de las heladas durante la temporada invernal.
Para ello, en los lugares donde se registran muy bajas temperaturas, se acostumbra poner las Buganvillas en contenedores para que puedan ser trasladados al interior para su resguardo durante el invierno. Aún bajo techo, las plantas deben ubicarse en bien iluminados y ventilados, para asegurar la normalidad de su crecimiento y floración.
Las especies de este género requieren un riego regular muy abundante, tanto en el período de desarrollo (tres veces por semana), como durante la primavera y el verano, ya que mantener alta la humedad en períodos de mucho sol y calor estimula la aparición y crecimiento de los brotes.
Por lo general, las Buganvillas terminan su floración en otoño e invierno. En ese momento se aconseja reducir la frecuencia de riego, permitiendo que la planta se seque (aunque no del todo) entre cada aporte de agua, y también debe cesar el trabajo de abonado de la tierra.
La poda de estas plantas es necesaria, debido a que presentan una tasa de crecimiento acelerado que, si no se controla, terminará afectando su producción de de flores y brácteas. Esta labor también contribuye a renovar la vitalidad de la planta y a producir ejemplares con una forma más compacta.
Se recomienda podar las ramas jóvenes de las Buganvillas durante los dos o tres primeros años para que la planta se ramifique en forma adecuada. Aunque toleran bien el corte de sus ramas en cualquier época del año, la más adecuada para realizar este trabajo es después de que se haya producido su floración, entre la primavera y el final del verano.
