Con el nombre de biotrituradoras se designa a las máquinas que se usan para triturar los restos producidos por podas, siegas, cosechas, y recolección de hojas o basura orgánica del hogar, con la finalidad de eliminar los residuos de forma rápida y sencilla, procesándolos para su posterior utilización en la preparación de compost o abono orgánico.
En el mercado existe una variada oferta de máquinas biotrituradoras, que difieren en marcas, tamaños, sistemas de alimentación, tipo de motor y mecanismos de corte. Esta multiplicidad de modelos ofrece la ventaja de poder elegir el que mejor se adecue a las necesidades y bolsillos del usuario.
En el nivel más alto de esta gama de máquinas se encuentran los modelos profesionales, autónomos y de elevado rendimiento, que resultan muy útiles cuando se trata ser utilizada en grandes superficies de cultivo que generan enormes volúmenes de desechos.
Sin embargo, para trabajar en jardines o huertas familiares, resultan más conveniente utilizar biotrituradoras de menor rendimiento, del tipo doméstico, con sistema de alimentación manual y de dimensiones más o menos reducidas (de hasta 1 metro de alto por 60 cm de ancho).
Incluso, si el volumen de desechos en un jardín no es muy grande y se debe trabajar con plantas blandas, flores, tallos delgados, etc. , se puede recurrir a las máquinas biotrituradoras «todo-en-uno» que sirven para podar, recolectar y triturar las ramas cortadas, mientras va depositando los restos en una bolsa colectora. Estos dispositivos, como el que se ve en la fotografía, operan con un pequeño motor eléctrico.
Hablando de energía, este es otro aspecto que se tiene en cuenta al momento de elegir una biotrituradora. En la actualidad hay equipos que operan con electricidad o con gasolina, siendo las primeras las preferidas para trabajar en los jardines o huertas hogareñas, que siempre cuentan con un punto de suministro de energía eléctrica cercano y que no requieren desplazarse mientras trabajan. Asimismo, las máquinas con motor eléctrico son más fáciles de utilizar y mantener que sus similares con motor con combustible fósil, además de tener un precio más económico.
En cuanto a los sistemas de corte que emplean, las máquinas biotrituradoras se pueden clasificar en tres tipos principales:
Corte con rodillos de fresar: Conocidas también como «astilladoras», son útiles para ramas de más de 3 centímetros, cortan y astillan la madera para facilitar un mejor compostaje. Suelen ser muy silenciosas y resultan ideales para trabajar con materiales secos.
Corte helicoidal: Se utilizan para trabajar con ramas de hasta 3 centímetros de diámetro, proporcionando un corte más preciso y pequeño. Al igual que las anteriores, astillan la madera, permitiendo que los microorganismos para el compostaje se infiltren mejor.
Corte de disco: Utilizan juegos de cuchillas flotantes o fijas, son más adecuadas para trabajar con hojas y ramas verdes. Están pensadas para el tratamiento de residuos de jardín voluminosos como flores cortadas, grandes cantidades de hojas, ramas muy finas y pequeños arbustos, siempre y cuando no contengan tierra.
