De la gran variedad de setas aptas para uso gastronómico, nos detendremos en una especie de indiscutible buen sabor: el Champiñón o Agaricus bisporus. El cultivo casero de hongos comestibles difiere del cultivo industrial en que éste último emplea sitios oscuros y húmedos para que los hongos crezcan. No obstante, el champiñón crece perfectamente en lugares accesibles al hogar como patios, balcones o terrazas, siempre y cuando podamos recrear un ambiente adecuado.
Aunque nos centremos en el champiñón, todas las setas comestibles tienen un modo de cultivo similar. En todos los casos el proceso es muy económico y a la vez cada uno de los pasos muy entretenido, especialmente el cuidar el crecimiento y, por supuesto, la recolección y posterior degustación de los hongos en platos sofisticados pero cien por cien caseros.
Los hongos que se cultivan en huertas crecen en unos dispositivos que se adquieren en tiendas especializadas y que reciben el nombre de balas de setas o material orgánico para cultivar setas. Cada uno de estos paquetes es suficiente como para un buen bloque de cultivo, de modo que con pocos materiales tenemos para un primer experimento con setas en casa. Cada bala posee una medida de 50 cm de largo, por 40 de ancho y 20 cm. de profundidad.
Cómo comenzar el cultivo
Estas balas para cultivar setas poseen las cualidades necesarias del sustrato de cada hongo, de modo que su compra nos garantiza que los hongos encontrarán todo lo que precisan para su desarrollo. Al acudir al mercado, nos encontraremos con varias calidades de estas balas, por lo que debemos confiar en la palabra del vendedor, o adquirir balas precultivadas, que nos brindan una muestra del crecimiento del hongo.
Requisitos para el cultivo
El requisito primordial para que las esporas se desarrollen es crear un clima adecuado. Es decir que si están en el balcón o en un sitio descubierto, tenemos que procurar que jamás les dé el sol directo. Puede utilizarse media sombra o cajas para crear además un ambiente que conserve el frescor y la humedad.
Si el cultivo de setas es pequeño o si contamos con lugar dentro de la casa, lo mejor es colocar el cultivo de nuestros champiñones en una habitación oscura, donde la temperatura no supere los 20º y brindemos una humedad de el 80%, sin que deje de haber ventilación.
El riego debe hacerse sobre la tierra, no sobre los hongos, y en lo posible con agua de lluvia. El agua potable posee cloro, el cual está contraindicado en el cultivo de setas. También puede usarse agua mineral. Otro requisito es cuidar el cultivo de las moscas y mosquitos.
Recolección de las setas
Para la recolección de los hongos sólo hay que jalar con suavidad de cada champiñón hasta sacarlo de la tierra. No es buena idea podarlos ni cortarlos, ya que los restos que quedan enterrados se pudren y arruinan el suelo. El momento ideal para consumir estos hongos es apenas recolectados.
Otras variedades de setas para cultivar en casa
Además de los champiñones Agaricus bisporus podemos incursionar en el cultivo de hongos como la Photolia aegerita (seta chopo), de la Boletus Eringii (o boletus), del Pleurotus Ostreatus, (setas de cardo) o el Lentinula Edodes (setas chinas).