De los vegetales de hoja que solemos servir a la mesa, la rúcula ha ido ganando un lugar de preferencia en los últimos años. Se trata de una planta que se come cruda, al igual que la lechuga y la radicheta, pero cuyo sabor picante resulta particularmente característico. Sus usos culinarios se extienden a muchas recetas. Su cultivo demanda ciertos cuidados, más no es difícil. Entérate de cómo cultivar rúcula en tu propia casa en este artículo.
La rúcula recibe también los nombres de rocket, oruga, jaramillo, eruga y arugula.
Su denominación científica es Eruca Vesicaria Cavanilles y pertenece a la familia de las Brasicaceae, también llamadas Cricíferas. Esta planta es oriunda del sur de Europa y de Asia Occidental, donde crece de manera espontánea. La zona mediterránea conoce su sabor desde antiguo, incluyendo el norte africano.
Siembra y cuidados de la rúcula
Considerando una plantación por medio de plantines, cuida mucho que éstos reciban abundante sol. No obstante, se trata de una planta delicada, a la que el exceso solar afecta mínimamente en el sabor, que se torna amargo. Para evitar estos inconvenientes, lo mejor es sembrar la rúcula en primavera.
Esto implica que la rúcula prospera mejor en regiones de climas cálidos si llegar a tropicales, antes bien, el clima ideal es el propio de su lugar de origen, el Mediterráneo. De todos modos, puede resistir temperaturas relativamente bajas, llegando a un mínimo de 10°.
Con respecto al suelo, es importante proporcionarle a la rúcula un terreno rico en humus y materia orgánica y drenajes eficaces. Aún en macetas, la tierra removida regularmente brinda aire a la planta, fortaleciéndola. El riego debe realizarse con regularidad, cuidando siempre que la tierra se conserve húmeda. Una tierra óptima puede significar que, si se planta rúcula con semillas, se obtengan plantines en un máximo de 15 días. Para quienes poseen poco espacio para generar una mini huerta de rúcula, pueden pensar como opción en las huertas verticales.
Cosecha de la rúcula
Las crucíferas forman una familia donde cada miembro necesita su espacio. Esto, aplicado a la rúcula, significa que, si las plantas crecen demasiado cerca, pueden contraer enfermedades como la roya y el oídio. Del mismo modo, son propensas a hongos, pulgones y parásitos, por lo que se recomiendan pesticidas orgánicos que ayuden a crecer a la planta sin contaminar lo que luego será alimento.
Las hojas se cosechan antes de que aparezca el tallo floral, en tanto cambiaría el sabor sustancialmente. Si se cultiva en primavera, se podrá cosechar rúcula, aproximadamente, a mediados de verano. Para que vuelvan a crecer, se cortan las hojas al ras del suelo.