Se conoce popularmente como trenza de gitana (Sedum morganianum) o cola de burro a una especie suculenta nativa de América del Norte y Central, que se cultiva a menudo como planta ornamental en macetas colgantes, gracias al atractivo aspecto que le dan sus tallos, hojas y flores.
Esta integrante de la familia de las Crassulaceae es una planta perenne que produce tallos de entre 30 y 60 centímetros de largo, con hojas carnosas, lanceoladas y entrelazadas de color azul verdoso y flores terminales con forma de estrella, de color rosado a rojo, reunidas en inflorescencias racimosas. Por lo general, la floración tiene lugar a mediados de primavera pero se puede extender hasta finales del verano.
La planta tiene un hábito compacto y erguido que se convierte en llorón a medida que se alargan los tallos.
Los ejemplares de trenza de gitana pueden crecer bien tanto en ambientes exteriores como en interiores, con muy buena luz o pleno sol, pero no con calor extremo, por eso es que su cultivo es más exitoso en regiones con climas templados. La temperatura ambiente debe mantenerse estable entre los 20 y 35°C. Los registros inferiores a los 5°C pueden ser peligrosos para la salud de esta planta.
Se recomienda su cultivo a plena luz del sol para favorecer un crecimiento fuerte y mejorar la coloración de hojas y flores.
La trenza de gitana puede crecer y desarrollarse en una amplia cantidad de suelos siempre que estos estén bien drenados y no retengan agua, ya que su exceso puede dañar la planta en muy poco tiempo, especialmente durante la inactividad de invierno. Por ese motivo conviene utilizar sustrato especial para plantas crasas.
Las plantas de esta especie necesitan ser sometidas a un riego regular y moderado todo el año. Se recomienda regar sólo cuando la tierra esté prácticamente seca. En temporadas invernales la cuota de agua debe reducirse de manera drástica para evitar que estas suculentas se enfermen y perezcan.
Trenza de gitana (Sedum morganianum): Multiplicación
Por tratarse de una especie de rápido crecimiento, la trenza de gitana puede multiplicarse con facilidad a partir de esquejes del tallo o de las hojas. Estas son muy delicadas y pueden romperse o caerse mientras se manipula el tallo, sin embargo, pueden permanecer vivas durante muchos días, lo que le da a las raíces suficiente tiempo para surgir y desarrollarse.
Las hojas se caen con incluso un ligero toque, así que conviene mantener la planta en un lugar donde no será molestada. Si se decide darle una nueva ubicación en el exterior durante el verano, hay que asegurarse de que la misma sea un lugar sombreado. Esto se debe a que, a pesar de que le gusta la luz brillante, la exposición repentina del espécimen a la luz del sol directa puede causar quemaduras en hojas y tallos.
Para un mejor crecimiento, se aconseja alimentar a la trenza de gitana en verano con un fertilizante equilibrado 10-10-10.
