El cultivo de plantas carnívoras es un hobby que cada día gana más adeptos en el mundo y que abarca una buena cantidad de especies pertenecientes a diferentes géneros o familias. En esta oportunidad veremos las características principales de la Drosera uniflora, una especie autóctona de las regiones subantárticas de Argentina y Chile.
Esta planta, conocida popularmente como violetilla de los pantanos, es una diminuta planta herbácea perenne que se desarrolla en racimos de unos 3 centímetros de alto y que presenta una sola flor solitaria de color blanco.
Sus hojas incluyen unas glándulas o tentáculos glandulares que excretan un fluido pegajoso, transparente como una gota de rocío, que facilita la captura y retención de los insectos que se posan en ellas o que las rozan.
Una vez atrapada la presa, la planta secreta enzimas esterasa, peroxidasa, fosfatasa y peptidasa que la digieren y liberan sus nutrientes ( nitrógeno, fósforo y calcio), que luego serán absorbidos por la superficie de la hoja y serán utilizados en el crecimiento de la planta.
Esta característica es la que permite a la Drosera uniflora vivir en lugares en donde otras plantas no pueden hacerlo, con suelos pobres en nutrientes, aunque prefiere mantener sus raíces en el agua, razón por la cual es común hallarla en zonas lluviosas, pantanosas o con terrenos anegadizos del extremo sur del continente americano.
El cultivo de esta pequeña planta carnívora no está muy difundido, dadas algunas particularidades que deben tenerse en cuenta.
Por ejemplo, su crecimiento es lento y su semilla necesita una estratificación en frío para romper la latencia. Requiere, además, contar con un sustrato compuesto por una combinación de partes iguales de arena oriental (grano grueso), turba y perlita. Antes de proceder a la mezcla, se recomienda lavar la arena siete veces como mínimo.
Una vez que se tienen los componentes debidamente mezclados, se procede a humedecer el sustrato, preferiblemente con agua destilada o de lluvia.
Exposición al sol de la Drosera uniflora
Si bien las droseras pueden tolerar la exposición directa al sol, no es recomendable abusar en el caso de la violetilla de los pantanos, ya que sus pequeños capilares se pueden secar, haciendo que el mucílago secretado por ellos se evapore y disminuya su capacidad cazadora.
Por ese motivo se sugiere colocarle algún tipo de cobertura que filtre los rayos solares y hacer que los mismos incidan solamente durante un período de tiempo limitado, cuya extensión dependerá de cada estación del año.