Las plantas carnívoras o insectivoras son un grupo diferente dentro del Reino Vegetal. Sus formas extrañas, su alimentación a base de insectos y sus estrategias para capturarlos son sencillamente fascinantes. El género drosera se encuentra disperso por el mundo, pero más de la mitad proceden de Australia. Existen más de 100 especies y muchos híbridos.
Este género es el segundo más grande de las plantas carnívoras después de Utricularia. Las especies más cultivadas son capensis, aliciae, binata, spatulata, capensis alba, burmanii, capensis all red, filiformis, dielsiana.
En general sus hojas están cubiertas de pequeños pelos glandulares, divididos en dos tipos: los que segregan néctar (periféricos y más largos) y los digestivos (centrales y cortos). Todas tienen hojas con tentáculos en la parte superior. Estos tentáculos producen una especie de pegamento o néctar, de forma que hay una gotita de rocío al final de cada tentáculo. Según las especies, estos pelos son más o menos móviles y se abrazan a la víctima para inmovilizarla y aumentar la superficie en contacto.
Cuando un insecto se posa en la hoja, queda atrapado en los pelos pegajosos. Después los tentáculos se curvan hacia adentro hasta que se cierran. Puede tardar desde un minuto a varias horas en cerrar. Luego, pasan entre 7 y 14 días hasta que los tentáculos se abren completamente.
Las flores suelen ser pequeñas, de color blanco, rosado o rojizo y vienen distribuidas a lo largo de un tallo bastante alto en comparación con el resto. La planta intenta de esta forma posibilitar que los insectos puedan polinizarla sin caer en las trampas. No todas las variedades requieren una polinización cruzada, por ejemplo la capensis se puede autopolinizar, las semillas son muy finas y pequeñas, ya que su forma de dispersión es a través del viento y germinan a la luz.
Las semillas de Drosera son extraordinariamente pequeñas, como partículas de polvo, fáciles de perder si se manipulan sin cuidado. Si compras las semillas, corta el sobre con tijeras por un lado y deja caer las semillas sobre un papel blanco. Una buena parte de las semillas nacerán pronto si se siembran en verano, pero una parte de ellas lo pueden hacer a la primavera siguiente. No tires el substrato donde las sembraste hasta pasado un año, durante el cual irán apareciendo plántulas que germinan gradualmente.
Las recomendaciones para su cuidado son similares a las de todas las plantas carnívoras, con la aclaración de que a este tipo no debes dejarlas nunca bajo la lluvia, ya que lava su resina pegajosa y es para ellas un gran gasto energético volver a segregarla.
Datos a tener en cuenta para su mejor cuidado:
- No es necesario proveerles insectos.
- No se debe tocar las trampas.
- No debe regarse nunca con agua corriente, de pozo ni mineral.
- Nunca, bajo ningún concepto, utilizar fertilizantes. Ellas ya saben lo que tienen que hacer para alimentarse, por eso se han vuelto carnívoras.
- No adicionar tierra (de ser necesario se debe agregar el sustrato especial).
- No exponer a insecticidas o productos agresivos.
- Nunca deben estar expuestas al sol directo, solo durante el invierno es aconsejable un poco de sol de la mañana o tarde. (La luz solar directa deseca las trampas y disminuye su capacidad de captura)