La denominación «malas hierbas» se aplica sobre aquellas especies que, por su alta capacidad de dispersión, su gran persistencia y, sobre todo, por ser muy competitivas con los cultivos en el aprovechamiento de los nutrientes de la tierra, afectan el crecimiento de aquellos y pueden representar una verdadera molestia.
Sin embargo, algunas de estas plantas salvajes y molestas que invaden jardines y huertos con en realidad alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y proteínas, y su sabor y aroma pueden resultar un excelente aporte a las comidas de todos los días.
A continuación se detallarán algunas de las malas hierbas que resultan aptas para el consumo humano y que pueden encontrarse en prácticamente cualquier casa con un espacio con tierra. En todos los casos debe tenerse presente que todas ellas deben estar libres de insecticidas y herbicidas.
Verdolaga (Portulaca oleracea): Es una planta anual suculenta originaria de la India pero que se ha extendido por casi todo el mundo. Es una especie altamente resistente (cuesta eliminarla cuando ya se ha instalado en el jardín) y de muy rápida propagación. Posee un importante contenido de vitaminas A y C, y también contiene ácidos grasos omega-3 saludables.
Se pueden comer los tallos y hojas frescas que se incorporadas en ensaladas o sandwiches, o también como ingredientes en sopas u otras recetas como sustituto de la espinaca, ya que tiene un sabor similar.
Diente de León (Taraxacum officinale): También conocida como dandelión, achicoria amarga o amargón. Pertenece a la familia de las Asteráceas. Presenta tallo hueco y lechoso, hojas pequeñas y de sabor amargo, raíces oscuras y flores amarillas.
Todas las partes de esta planta pueden aprovecharse en la gastronomía. Por ejemplo las hojas, ricas en vitaminas C y A, B y D, potasio, sodio, hierro y fósforo, se incorporan crudas a ensaladas o pueden consumirse cocidas.
Quinhuilla (Chenopoium album): Es una especie de mala hierba, conocida también como bledo, cenizo verde o jajo, que por lo general aparece a principios de verano. Es muy rica en calcio y proteínas, así como vitaminas A, C y K (incluso más que la espinaca tradicional).
La mejor manera de comer las hojas es lavarlas bien, saltearlas en aceite de oliva mientras están todavía húmedas y luego añadir una pizca de sal, ajo, pimienta y unas gotas de limón.
Kudzu (Pueraria lobata): Incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, esta planta de guía con flores originaria del Extremo Oriente que puede consumirse frita, salteada, al horno e incluso en dulces.
Las hojas, raíces y flores de esta especie son comestibles. En el caso de las raíces, se recomienda tratarlas al vapor o hervirlas para hacerlas más tiernas, y combinarlas con salsa de soja. Sus flores de color púrpura también se aprovechan para la elaboración de mermeladas o gelatinas.