También conocido como Asiento de Suegra y Cactus Erizo, el Bola de Oro tiene como nombre botánico Echinocactus grusonii. Se trata de una variedad de la familia de las Cactáceas que se distingue por su ápice chato y su bello amarillo. Decorativo y de gracioso aspecto, cuenta en su madurez con costillas verticales.
Estas líneas se presentan, en la juventud del cactus, como tubérculos cónicos. En tanto, esa lana de vibrante amarillo durante sus primeros años de vida, se torna cana, blanca, durante la madurez virando hacia el gris cuando la planta envejece. Filosas y separadas entre sí discretamente, las espinas que llenan el contorno se agrupan de 10 en 10 y alcanzan los 3 cm de largo.
Características del Asiento de Suegra
Su nombre chistoso obedece a unas espinas centrales de considerable tamaño y grosor. En el conjunto, estos pinchos que se agrupan de a 3 alcanzan los 5 cm, dan un aspecto imponente y nada simpático a la planta.
En cuanto a sus flores, estas aparecen durante el período estival en las aréolas superiores y tras dos o tres años de vida. Hay que tener la cámara de fotos a mano cuando florecen, ya que al cabo de 3 días la flor se cerrará. Se trata de unos pálidos pétalos amarillos cubiertos de castaño, que van vibrando a medida que se llega al centro.
Cuidados del Cactus Erizo
Como la mayoría de los cactus, esta planta necesita mucho sol, sobre todo a medida que van creciendo. La luz solar plena y regiones de climas entre templados y cálidos son el requisito indispensable para que esta variedad prospere. Sin embargo, también pueden soportar inviernos fríos, aunque de no menos de -8 °C.
En invierno, además, no hay que regarlos. Sí en verano, pero sólo una vez por semana. Se lo puede cultivar en macetas, aunque por la forma en que crecen es recomendable trasplantarlo cada dos años. Al llegar la primavera, una forma de fortalecerlos es mediante el sustrato para cactus agregado a una capa de arena gruesa. Si se lo quiere poner en tierra, el Bola de Oro pide un buen drenaje.
Para cultivarlo se pueden emplear semillas, las cuales a la semana habrán germinado. El cactus bebé crece gradualmente, hasta llegar, al cabo de dos años, a unos 10 cm de diámetro. Dentro de la variedad de cactus, uno de los más apreciados es el Echinocactus. Su forma esférica aporta un detalle de gran viveza a los jardines.