El Agapanthus o lirio africano es una de las plantas más hermosas y emblemáticas de esta temporada. Su excelsa floración es un espectáculo visual indescriptible en sí mismo.
Pero como todo lo bueno, hay que esperar. Desde que se siembra hasta que la planta da sus primeros macizos florales pueden pasar al menos DOS AÑOS.
Claro está que esta espera tiene recompensa, una vez que explota en flores el jardín se verá adornado con hermosas y enormes varas que pueden llegar a medir hasta metro y medio de alto.
En líneas generales el agapanthus africanus es una planta de fácil cultivo y cuidado, posee raíces tuberosas y su mantenimiento es el mismo que se les da a las plantas bulbosas. Es muy muy resistente, se adapta a casi todos los climas, así como puede prosperar tanto en tierra como en maceta.
Cabe destacar que es una planta completamente tóxica, desde sus hojas a sus flores. La ingesta es peligrosa y la salvia puede causar irritación, por lo que se la manipula con guantes.
Conviene mantener alejados a niños y mascotas.
Cuidados del Agapanthus Africanus
Ubicación
El agapanthus ama el sol pleno, pero puede adaptarse a semisombra floreciendo sin inconvenientes.
Sólo hay que procurar que se encuentre con cierto reparo a los vientos, ya que en época de floración puede verse afectada la estabilidad de los tallos.
Sustrato
Al ser una planta originaria de África y poseer raíces tuberosas, es muy sensible al encharcamiento, razón por la que la tierra en donde se encuentra debe tener muy buen drenaje y estar compuesta preferentemente por un 60% de un sustrato fértil y 40% de arena.
Necesidades hídricas
Esto es importante sobre todo en los meses previos y durante la floración. Desde comienzos de la primavera debe ser regada con frecuencia, y durante el verano mantener siempre el sustrato húmedo para que la planta pueda preservar la salud de sus hojas y flores.
Cabe destacar que un exceso de riego puede hacer que las hojas se tornen amarillentas. En este caso hay que revisar el sustrato para aportar mayor drenaje.
Protección de las heladas
El agapanthus no tolera heladas, muere inevitablemente si se la deja a la intemperie en pleno invierno sin protección.
Se puede proceder a desenterrar la planta y colocarla en un ambiente protegido, o bien cubrirla con manta térmica de protección de heladas y hacer un acolchado de hojas para preservar sus raíces.
En caso de que esto sea imposible, tampoco es el gran problema ya que las raíces volverán a brotar cuando comienza la primavera.
Insectos y plagas
Caracoles y babosas son los mayores enemigos del agapanthus. a pesar de ser una planta toxica para casi todos los insectos, estos moluscos de tierra son inmunes a ella y devoran sus hojas sin piedad.
Hay que procurar mantenerlos alejados, ya sea con insecticidas orgánicos como pesticidas químicos. La tierra de diatomeas es muy eficaz, solo basta con hacer un cerco con el producto para evitar que estos animales accedan a la planta, lo que además fertiliza el suelo y mejora la retención de agua.
Fuente: Verdecora