Plantas colgantes de interior: la Columnea

La Columnea se destaca en el mundo de las plantas de interior debido al espectáculo que ofrecen sus masas de flores de color rojo-naranja que desbordan las macetas colgantes en la primavera y el verano, y que recuerdan a los peces «carpas doradas», nombre que también se usa popularmente para denominar a este bello género de planta.

Foto: Margaret Stone/Smithsonian Institution
Foto: Margaret Stone/Smithsonian Institution

La mayoría de las 160 especies de Columnea son originarias de las zonas tropicales de América Central y América del Sur, y se caracteriza por la flexibilidad de sus tallos que nacen de de manera firme para luego caer a medida que crecen formando una especie de cascada.

Las especie más utilizada como planta colgante de interior es la Columnea Microphylla, que se puede desarrollar sin problemas en lugares muy iluminados pero en la sombra, debiendo tenerse cuidado en mantenerla siempre fuera del alcance directo de los rayos del sol y de las corrientes de aire secas o frías. Existen también híbridos comerciales que ofrecen una gran variedad en lo que respecta a los colores de las flores y la forma de sus hojas.

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Por lo general, la Columnea se cultiva a partir de plantines que se colocan en macetas altas o colgantes, para que sus tallos tengan espacio suficiente para pender sin obstáculos a medida que crecen. El recipiente se rellena parcialmente con sustrato universal (ligero y ácido) para luego colocar la planta y luego se agrega un poco más de tierra.

Plantas colgantes de interior, la Columnea: Riego moderado

El suelo debe estar constantemente húmedo, pero no inundado, porque esto hace que la Columnea pierda su habilidad para absorber el agua, por lo que sus hojas basales se pongan amarillas y se caen. Asimismo, la caída repentina de todas las flores es un indicativo de que se ha abusado con el riego.

Por ello, es recomendable regar la planta lenta y suavemente (en forma de lluvia), una vez por semana en verano y cada 15 días en invierno. Cuando las hojas de la Columnea se presentan secas y arrugadas, es señal de falta de humedad, por lo que se recomienda pulverizar la planta con agua, evitando mojar las flores.

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Es importante tener en cuenta que después de la floración se deben reducir los riegos para que la planta descanse durante el invierno y vuelva a florecer con fuerza en la siguiente temporada.

Un consejo útil para mejorar la eficiencia del riego, oxigenar la tierra y prevenir la aparición de hongos en estas plantas de interior es remover el sustrato de la maceta periódicamente con una pequeña horqueta.

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Ruben
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