El bambú es un género de planta muy apreciado en todo el mundo, gracias a que sus características físicas permiten una gran variedad de usos en la construcción, alimentación, medicina, industria textil y papelera, y en la preservación del medio ambiente. Asimismo, algunos especímenes pueden resultar muy útiles a la hora de darle un toque de distinción al interior de una vivienda, sin demandar cuidados o recursos especiales.
Del millar de especies existentes, la que más se adapta a casi todos los ambientes y climas es la Bambusa vulgaris, también conocida como bambú de interior, que consiste en una planta de aspecto macizo originaria de regiones tropicales, con tallos gruesos (de hasta 8 cm de diámetro), rígidos y entrecortados por nudos, de color amarillo con rayas verdosas.
Esta especie de bambú presenta hojas oblongas, lanceolados, puntiagudas, de color verde oscuro brillante, y se les atribuyen propiedades antiparasitarias emenagogas, estimulantes y espectorantes. El tallo, por su parte, contiene silicio orgánico que se utiliza para tratar problemas de falta de asimilación de calcio y reconstrucción de ligamentos, cartílagos y tendones.
Las partes desmenuzadas de las cañas verdes también se aprovechan para la producción de mantillo para jardines.
El bambú de interior es una de las especies más fáciles de hallar en el comercio y de cultivar en casa, y a pesar de que crece naturalmente en climas cálidos, posee la capacidad de adaptarse a zonas donde las temperaturas pueden descender hasta alrededor de los 20 grados bajo cero.
Esta planta puede adquirirse directamente en un negocio del rubro, o puede recurrirse a la división de mata durante la primavera.
En este último caso, se seleccionan las cañas jóvenes que se encuentran más separadas del grueso de la mata principal, y con la ayuda de una pequeña pala se corta la tierra verticalmente alrededor de los tallos que se desean extraer, teniendo cuidado de no romper el cepellón al momento de extraerlo. Para tener éxito en esta tarea es conveniente haber regado la tierra el día anterior.
El nuevo conjunto caña-raíces de Bambusa vulgaris debe sembrarse en su nuevo contenedor en el mismo día y regarse en abundancia.
La planta de bambú de interior se cultiva en un suelo fértil, enriquecido con turba, mantillo o estiércol, y se ubica en un lugar con mucha luminosidad, como puede ser en cercanías de una ventana. Dado su origen tropical, esta especie necesita de la presencia de humedad en el ambiente, por lo que se recomienda rociar sus hojas con agua al menos dos veces a la semana.
