El plátano o bananero es una planta perenne que, aunque puede alcanzar hasta 7 metros de altura, tiene variedades más pequeñas y que aún así procucen frutos comestibles.
En los últimos años se ha convertido en una tendencia el uso de estas plantas para interiores. Con los cuidados apropiados, un bananero de interior puede ser el detalle tropical que haga sobresalir la decoración del hogar.
Un árbol de banana es una excelente planta de interior, por su intenso follaje y las lindas flores blancas que salen de sus brotes color púrpura. Hay variedades de banano que producen frutos comestibles y hay otras que no. Estas últimas pueden cumplir una función meramente decorativa, pero las comestibles son igual de bonitas y podrás aprovechar su fruto.
La variedad Musa paradisiaca proporciona frutos que sólo son comestibles si se asan o cuecen, que técnicamente son los que deben llamarse plátanos. Generalmente esta variedad se cultiva en paises tropicales para producir harina.
La Musa cavendishii supone el 70% de la producción del género. Sus frutos, una vez maduros, se comen directamente, y técnicamente son las llamadas bananas, a pesar de que las respectivas denominaciones cambian según las diferentes zonas.
Para tenerlo en el interior, hay que elegir una variedad enana, y aun así es necesario plantarlo en un recipiente lo suficientemente profundo para que las raíces tengan lugar y estén bien drenadas. Al igual que las plantasde plátano al aire libre, una planta de interior necesita un suelo rico, como muy buen humus y bien drenado. Es importante asegurarse de que las raíces están bien cubiertas con tierra.
Asimismo es imprescindible que reciba suficiente luz solar: de hecho, los árboles de interior del plátano requieren luz brillante durante unas 12 horas o poco menos para la mayoría de las variedades. Sin embargo, es necesario proteger a la planta de la exposición a una atmósfera demasiado caliente para evitar que se queme. La temperatura ambiente ideal es alrededor de los 20 ºC.
El árbol de plátanos en interiores necesita más agua que los que están creciendo afuera, pero hay que cuidarse mucho de no excederse en el agua del riego, lo que puede conducir a la pudrición de la raíz. Es mejor dejar que la tierra se seque entre riego y riego. Para ayudar a mantenerlo hidratado y radiante, puedes pulverizar o vaporizar su follaje, que por otra parte se debe mantener limpio y libre de polvo repasando con un trapo húmedo.
