La aspidistra es una herbácea originaria de Asia oriental que, gracias al verde intenso y gran tamaño de sus hojas, se ha convertido en un clásico de las plantas ornamentales, tanto en espacios interiores y exteriores. A esto se suma su increíble capacidad de supervivencia que le permite crecer en lugares con falta de luz o escasa humedad, por lo que resulta una interesante alternativa para los principiantes que no pueden dedicarle mucho tiempo al cuidado de sus plantas.
Cuando se cultivan en el interior del hogar, las diferentes especies de aspidistra se multiplican por división de rizomas a fines de otoño, y pueden desarrollar una altura de hasta 80 centímetros. También pueden cultivarse en jardines con sombra, sobre todo en aquellos lugares en los que predominan climas suaves.
Para asegurar que sus hojas luzcan muy verdes y brillantes es necesario ubicar la planta en ambientes bien iluminados, aunque tendiendo cuidado de que no queden expuestas al sol fuerte, ya que el mismo puede provocar quemaduras en el follaje, tornándolo amarillento y secándolo en poco tiempo. También es necesario mantenerla alejada de las corrientes de aire.
Si bien se trata de un género muy rústico y poco exigente, las aspidistras pueden crecer mucho mejor si se cultivan en sustratos ácidos o neutros. En el caso de su cría en contenedores, se puede utilizar tierra normal para plantas de interior o tierra de jardín mixta combinada con 1/4 de turba y 1/4 de arena.
El riego de estas plantas debe ser moderado, siendo lo más conveniente regarlas una vez cada siete días o cuando se verifica que la parte superior de la tierra se encuentra seca. Junto con la dosis de agua, se puede aplicar también algún estimulante hormonal que ayude al crecimiento y fortaleza de la planta.
Es importante evitar el exceso de humedad, ya que el mismo puede causar la aparición de manchas parduzcas en las hojas y el debilitamiento y pérdida de éstas.
Aspidistra: Mantenimiento y cuidados
Durante la época invernal, en el caso de las aspidistras que se encuentran en ambientes calefaccionados, es necesario prevenir que la excesiva sequedad del ambiente afecte el verdor de las hojas, humedeciéndolas con ayuda de un pulverizador o colocando un recipiente con agua al lado de la maceta.
Si las aspidistras se cultivan en jardines u otros espacios abiertos, es importante tener en cuenta que hay que protegerlas cuando la temperatura desciende por debajo de los 10 grados centigrados, siendo las heladas su peor enemigo.